Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

29 noviembre 2006

Más y más burocracia y malfuncionamiento en este país

¿Estamos seguros de que Pepe Gotera y Otilio no nacieron en Brasil? Qué gente, madre mía.

Llevo en este santo país ya casi dos meses y aún no he podido hacer que me cambien el calentador del baño. Me explico. No hay problemas con la dueña; ella está de acuerdo desde el principio. Qué digo principio, me lo dijo ella misma a mí en agosto cuando yo aún estaba en negociaciones con ella para quedarme en su casa. Así que nada más llegar, me puse en contacto con ella para ver si llamaba a la tienda y solicitaba un nuevo calentador y su instalación para el baño.

El baño no va mal. Simplemente que la ducha no tiene demasiada presión. Sería un problema en España en invierno, que hace mucho frío y no mola estar duchándose sin apenas presión con el consiguiente congelamiento de la parte del cuerpo en la que no está cayendo directamente el agua. Pero aquí no. Aquí nunca hace frío. Hablan los autóctonos de un mínimo de quince grados en invierno, pero como algo plenamente excepcional; rara vez se baja de veinte.

Y menos aún hubiese representado un problema esa falta de presión si yo hubiese sabido la odisea que me esperaba para conseguir juntar los astros suficientes necesarios para que la instalación sea completada.

Resumiendo un poco todo lo que llevo pasado sin, hasta ahora, éxito alguno es:

- Viene un primer técnico un buen día de mediados de octubre con una portezuela de acrílico nueva dispuesto a instalarla en mi baño. Le digo que esa no era la instalación prevista, que se trata de un calentador nuevo. Se va.
- A la media hora, me llama la dueña para decirme que va a venir un técnico para cambiar la puerta de acrílico. Le digo que haberlo dicho antes.
- Días después, volvemos a quedar y me cambian la puerta de la ducha.
- Una semana después, quedo con un técnico para cambiar el calentador. No se presenta a la hora prevista.
- Unos días después, vuelvo a quedar. Viene. Sin el calentador. Pregunta que dónde está el calentador nuevo. Yo le respondo a él con la misma pregunta. Se va.
- Unos días después, vuelvo a quedar con un tío. Viene. Sin el calentador. Dice que viene sólo a comprobar el sitio donde irá instalado el calentador. Dice que va a ser necesaria una toma de corriente al lado de donde irá el calentador, porque tendrá que ser instalada también una bomba extractora de agua. Pero que eso él no lo hace, que lo tiene que hacer un electricista.
- Días después quedo con un electricista. Viene a tirar un cable desde el enchufe junto al lavabo hasta al lado de donde irá el calentador. Viene sin escalera. Necesita una escalera. No tengo una escalera. Se va.
- Al día siguiente vuelve con una escalera, instala el cablecito y el enchufe y se va.
- Vuelvo a quedar con el del calentador. Viene con el calentador. Lo deja al lado de la puerta, dice que hoy ya no le da tiempo. Se va.
- Días después vuelvo a quedar con él a una hora determinada. No se presenta.
- Llegamos a hoy. Quedo con él. Se presenta. Digo yo, ahora sí que sí, me instalan el calentador. Me dice que imposible, que tiene que haber una tubería de cobre en lugar de la de tela metálica que es la que está puesta ahora. Que no tiene el material. Que se va.
Y hasta ahora mismo, que he escrito un mail a la dueña para contarle la buena nueva y que me mande a un instalador de tubos de cobre. Y yo qué sé... la historia seguirá.

A mí ya me da igual estar con el agua con poca presión. Por mí, como si lo dejan como está y nos olvidamos de las instalaciones y las cosas. Pero bueno, ahora que el calentador ya está en casa, supongo que habrá que terminar el asunto. Sí, sobre todo porque un calentador al lado de una puerta de entrada ahí puesto en el suelo y dentro de la caja no hará la misma función que bien colocadito en el baño, supongo.

Y eso por no mencionar lo fraudulento de la primera factura de teléfono que nos ha llegado: dos cientos treinta reales en llamadas a Sao Paulo y a otro estado que yo ni conocía (Paraíba). De hecho, estoy seguro que ningún lector de este blog había oído en su vida hablar de dicho estado. Bueno, quitando a Uceda, que ya se habrá inventado algún juego de palabras al estilo de “Paraíba... Paraíba... Sí... Para-ahí-va la gente que no tiene mucho dinero”. Pues eso, dos cientos treinta reales son aproximadamente noventa euros. Se te queda cara de tonto.

Sobre todo al enterarte que el portero del edificio es de Paraíba y es un chanchullero de la leche. Un día se fue la luz (sólo en nuestra casa). Bajamos a decírselo al portero chanchullero, porque todos los plomos estaban dados. Nos dijo que creía que sabía la solución. A los cinco minutos volvió la luz y a los seis teníamos al portero en la puerta diciendo que ya lo había arreglado y que si teníamos cinco reales. Le dimos un educado no y las gracias.

Bien, el caso es que llamando a Telemar (la Telefónica brasileira), ya nos han reconocido que esas llamadas no son nuestras y nos las han descontado directamente. La factura ha pasado de dos cientos noventa y seis reales a sólo sesenta y tres reales.

Mi lema es “Este país no funciona”. Y nos quejamos en España. Bueno, la verdad es que del teléfono, quitando esto y del internet, por ahora, no me puedo quejar. En una semana y media tenía todo en casa y yéndome perfectamente.

Pasemos a otro tema. Hoy me estoy sobrando. Y el lector, posiblemente, sobando.

El miércoles creo que me hice algo en la cadera haciendo capoeira. Fui a hacer una queijada (o como se escriba esa malsonantísima palabra que el profesor pronuncia cada vez que la nombra), que es una patada que no sé como describir y por el ímpetu de querer hacerla bien, casi a la altura de la cabeza de la chica con la que estaba emparejado, me hizo la cadera “crock” y me he quedado un poco lisiado. Pero creo que todo es calentar y estirar un poco mejor. Ah! Bueno sí... y quitarme 10 años de encima. Pero eso me han dicho en el gimnasio que, aunque sean los mejores de Rio de Janeiro, que no son capaces de hacerlo. Qué mindundis.

Hablando de quitarse cosas de encima. Esto va para mi hermano (aunque me da que no suele pasar por aquí). Que sepas que estoy pesando 83,6 kg. Eso supone haber bajado ya trece y pico desde julio hasta ahora. ¡¡Chúpate esa!! (con perdón).

Aunque me tienen que pasar más fotos, aquí dejo alguna que otra de la visita de los paulistas este fin de semana pasado.

Aquí una en la playa de Ipanema.



Aquí otra en la playa de Ipanema (arena y agua superchulas) de Raul, el becario de informática de Sao Paulo y Adriana, becaria también de allí.



Venga, nada más por hoy.

Saudos!!

PC

26 noviembre 2006

Fin de semana con los paulistas

Este fin de semana han estado aquí los becarios de Sao Paulo. Raul, el de informática y tres de los becarios de internacionalización, Ana, Adriana y Carlos. Majísimos todos ellos. Y muy fiesteros.

Ya como plan oficializado para cuando vengan las visitas, ayer sábado por la noche estuvimos en el Democráticos. Cada día me gusta más ese sitio. Eso sí, ahora que ya ha empezado el calor de verdad, aquello parecía una sauna. Aun así, la misma diversión de siempre. Música en directo, atreviéndonos cada vez más a no tener vergüenza a la hora de bailar. Total, a quién le va a importar ver a cinco o seis patos mareados a un lado de la pista. Conocimos mucha gente. Por ejemplo, a un tío que yo veía que nos estaba escuchando hablar y nos observaba, hasta que de repente se dio la vuelta y nos dijo... uhmmm vosotros tenéis que ser de España. Era un violinista madrileño que tocaba en la sinfónica de Rio de Janeiro o algo así.

Antes nos habíamos pasado el día entero en la playa de Ipanema. Estaban todos los paulistas bien torraditos. Se maravillaron con la ciudad. Les gustó muchísimo y dicen que van a volver miles de veces. Por nosotros encantados, porque como ya he dicho, son supermajos.

Cuando me pasen las fotos que han hecho durante el fin de semana, subo alguna.

Y el viernes (estoy contando el fin de semana en orden cronológico inverso) fue la fiesta del cumpleaños de Dani. La chica es una muy buena anfitriona. Llevaba toda la semana diciéndome que lo tenía todo pensado, que ya había comprado algunas cosas para poner para picar y tal. Pero hasta el último momento no hizo nada.

Y qué "performance", madre mía, en poco más de media hora, se curró la mesa de la foto. Qué maestría. La gente según iba llegando lo flipaba bastante.



Por cierto, he hecho muy buenas migas con un amigo de Dani que se llama Cristiano. El tío me ha hecho del Flamengo. La otra vez que había venido también a casa me preguntó de qué equipo era. Yo le dije que del Madrid. Pero él se rió y me volvió a preguntar "Nao, nao, mas aqui no Brasil". Y yo... jeje... pues aún no soy de ningún equipo de aquí. Y me dijo, vale, pues eres Flamengo. Y ni corto ni perezoso, el día de la fiesta me trajo la tercera equipación del Flamengo. Así que yo tan contento. En la fiesta, entre risa y risa, le decía a la gente con la mano en el corazón que yo era Flamengo desde que nací. José Antonio con sorna decía para todo el mundo... vale, Pedro, a ver, di un sólo jugador del Flamengo. Y claro, yo me quedaba con la palabra en la boca... ¿Alguien sabe algún jugador del Flamengo? Eh!! Pero sin mirar en Internet!!

Aquí una foto de ambos y yo con mi camiseta puesta.



Y aquí otra con José Antonio y la cumpleañera.



Hablemos un poco del cada vez más cercano Carnaval. Como no sé si he dicho alguna vez, todos los cariocas se van del Carnaval de Rio de Janeiro a otros lugares. El más sonado es el de Salvador de Bahía. Yo, que no he venido a Rio de Janeiro para justo irme de aquí la semana del carnaval, al principio era reacio a acceder a algún plan así. Pero poco a poco me estoy dejando convencer por los becarios de Sao Paulo, Brasilia y Buenos Aires, quienes van todos a Salvador. Así que creo que mi decisión es bien salomónica. Voy a pasar la mitad del carnaval en Salvador de Bahía y la otra mitad en Rio de Janeiro. Esta sermana decidimos bien.

Y ya hablaré también de otra cosa que se tiene que terminar de concretar, pero que está casi hecha: vamos a desfilar en el sambódromo. Ya lo dije, creo, también, sólo hay que comprarse el disfraz de una de las escuelas, ir a algún ensayo y plantarse allí el día y la hora a la que esa escuela desfile.

Y ya está por hoy. Ya contaré un poco más de cada uno de los temas cuando vayan tomando más color.

Saudos!! (Por cierto, perdón por la ida de olla del otro día en la que escribí el anterior post en portugués :P)

PC

24 noviembre 2006

Casa da matriz

Chego agora de uma nova festa. Esta vez a gente esteve na Casa da Matriz, uma boate com cara de barzinho que ao final nao é mais que uma casa de dois andares. Meio laberintico também, embora muito mais pequeno que Rio Escenario ou Palacio de Gaviria.

Fomos José Antonio, Anna, Sarah, Alicia (a amiga de José Antonio que depois resultou ser amiga da Marcela) e eu. Mas a Sarah e a Anna só depois de entrar no lugar, e dado que era muito cedo e nao tinha quase ningem, foram embora para casa. Fizeram mau, pouco depois o lugar ficou cheio. Bem fizemos o resto ficando lá.

Pela primeira vez, nao tinha música em vivo. Era só um DJ que estaba dando um show de Drum'n'Bass que foi muito legal. Mas estando lá dentro a gente nao podia falar (tinha muito barulho), o seja que as veçes estaba dentro da sala do Drum'n'Bass, mas a maior parte do tempo a gente ficou embora dessa sala.

O lugar era grande. Tinha muitas salas diferentes. Tinha sofás e cadeiras para o pessoal se sentar. Muito legal isto, porque a gente encontrou ao longo da noite varios lugares onde ficar tranquilo só falando e bebendo (eu apenas uma cerveja e um mojito).

Muito engraçado o assunto do mojito. A gente acreditaba que Mojito se pronunciou "moshito", como cualquer outra "j" nesta lingua tao caprichosa. Por tanto ao ir a pedir-os, a gente falou assim mesmo. Quando a empregada ouviu isso, ela nao entendeu. Finalmente José Antonio indicou sinalizando no cardapio do bar e perguntou cómo era que esso se falaba. E ela respondeu que se falaba "Mojito" (igual que a gente fala em espanhol). A gente ficou pensando que ela estaba rindo de a gente. ¿Para ser pronunciado "mojito" nao deberia se escreber "Morrito"?

Estao malucos estos romanos.

Agora estou em casa minimamente bebado, com muito sono e até os mismísimos de escrever em português.

Por favor, se algum verdadeiro português falante lê este post, eu peço disculpas pelo horrível idioma que escrevi.

Saudos!!

PC

PD. Ricardo: ficar, además de lo que te expliqué el otro día, también significa "Quedarse".

22 noviembre 2006

No he recuperado la cámara

Ayer llamé a objetos perdidos de la consejería de turismo y poco menos que se rieron de mí. Yo qué sé, como mínimo tenía que intentarlo.

Pero sí que tengo las fotos que José Antonio se encargó de hacer en el viaje del fin de semana a Arraial do Cabo.

Aunque tenemos más fotos que podrían ser interesantes (alguna iglesia, las calles, etc...). Lo importante son las playas.

Primero, una toma general de playa y mar



Ahora, una sólo del mar ya visto desde cerca.



Por último, una de el menda haciendo el gamba... qué raro.



La vida sigue para adelante. Ahora mismo, estoy saliendo de la crisis post-pérdida de la cámara. Mucho a base de Ajo y Agua con una buena porción de deporte. Ayer en el gimnasio hice 'Box Training'. Vamos, lo que viene a ser un entrenamiento típico de boxeo. Mucho de cuerda, abdominales, flexiones y trabajo rápido de brazos con pesas de medio y un kilo. No veas lo matador que resulta. Y eso aparte de una pequeña carrerita y pesas.

Y hoy tengo capoeira. Eso sí, siempre y cuando me de tiempo de ir antes de las nueve al gimnasio, porque antes tengo los técnicos del calentador, que se supone que por fin nos lo van a cambiar por uno nuevo más grande y de más capacidad. Espero que esto dé más presión al agua, aunque ya me ha dicho la dueña del piso que lo más seguro es que tenga que poner aparte una bomba. Que ella la paga y que blabla... sí... pero el marrón de esperar en casa a los técnicos y estar allí mirando lo que hacen para vigilar que no se lleven hasta la leche del frigorífico soy yo... jeje.

Más cositas. Las listas de interinos de Profesores de Secundaria en la Comunidad de Madrid avanzan a un ritmo asombroso. Desgraciadamente, corro el riesgo de que me llamen para empezar a currar a lo largo de este curso, cosa que sería bastante chunga, dada mi obvia imposibilidad para aceptar cargo público alguno en Madrid o alrededores (a no ser que entendamos por alrededores un radio de diezmil kilómetros, no?). Esperemos que la cosa se estanque, pero por ahora han llamado hasta al número sesenta y siete en dichas listas y yo estoy el ciento veintiocho. Así que ya ha pasado de la mitad en apenas dos meses que llevan corriendo. Lógicamente, hablo sólo de la especialidad de Informática, que es la que me corresponde a mí.

Además, ya me han respondido que estar llevando a cabo una beca de un ministerio no me vale para nada, que no podré alegar eso para rechazarla. Y lo chungo es que me echan de las listas.

Qué mal.

Comentar, como nota adicional, que está puesta para el viernes veinticuatro la fiesta de inauguración de nuestro piso. Están todos invitados.

Cumprimentos

PC

20 noviembre 2006

Altibajos, supongo, puramente materialistas.

Gran fin de semana. O eso creo. También podría haber estado mucho mejor. Cuánta sarta de contradicciones, ¿no?

Podría contar el viaje que hicimos este fin de semana José Antonio, Anna y yo. Podría contar cómo el sábado por la mañana a las cinco y cuarto nos cogimos un autobús para Arraial do Cabo, un pueblo con unas playas increíbles. Podría contar cómo hice todo el viaje de tres horas dormido y cómo al llegar nos pusimos a buscar pousada, es decir, hostal. Podría decir cómo la encontramos pronto, dejamos las cosas y nos fuimos directamente a la playa.

Podría contar cómo era esa playa, cómo tenía arena blanca finísima y un agua azul claro totalmente transparente. Cómo, según el libro-guía que llevábamos, tenía 40 kilómetros de longitud. Y contar cómo pegaba el sol y cómo nos embadurnamos (qué palabra tan fea) enteritos de crema protectora para evitar problemas. Cómo nos pasamos todo el día de playa en playa (Praia Grande, Prainha, Praia dos Anjos) y tiro porque me toca. Y podría contar lo reventadísimos que llegamos a la pousada y sólo dio para tirarse en las tumbonas de la piscina con una cerveza en la mano.

También podría contar cómo al día siguiente, domingo, el plan fue el mismo, sólo que nos hicimos los recorridos playeros en sentido inverso, empezando en Anjos y terminando en Praia Grande, la más cercana a la pousada. Y contar cómo siempre que recalábamos en alguna playa, la actividad principal era acercarse al chiringuito a por un coco al tiempo que pensábamos “¡¡Qué estrés!!”.

También podría cortar que me corté el pelo. Y que fue todo un logro hacerle comprender al tío mi corte habitual, habiéndome quedado efectivamente como yo quería.

Contar cómo busqué un cyber para comprobar con gran alegría que el Pynes Badajoz había ganado su segundo partido y que parece que comienzan a coger algo de tono.

Luego podría contar que el viaje de vuelta lo hice despierto, lo que fue un gran acierto dado el paisaje permanentemente plagado de naturaleza, ríos, cascadas, bahías, etc... por el que pasa la carretera.

Y podría contar cómo llegamos a Río ya de noche y sin solución de continuidad nos fuimos a la celebración del cumpleaños y la fiesta de inauguración, todo a la vez, de Vicky, que era en su casa. Y cómo comenzamos a planear la nochevieja con algunos de sus amigos, que proponen planes verdaderamente chulos.

Podría contar todo eso. Y llenarme de orgullo al hacerlo, sabedor de que soy un privilegiado y que mis idas y venidas son envidiadas por propios y extraños.

Sin embargo, pudiendo contar todo eso, sólo me da para contar que, en un gran despiste de los míos, me bajé del autobús de vuelta sin llevar conmigo la cámara y que, aunque me duela, no voy a poder poner fotos de todo lo que he hablado en este post, ya que dichas fotos están siendo disfrutadas por algún carioca con mucha suerte que no conoce a los que salen en las mismas.

Bueno, cuando José Antonio descargue sus fotos, pondré alguna de esas... que tampoco están mal... pero ya me jode haber perdido la cámara.

Ahora quiero comprarme otra, pero desde España me piden que desista en mi empeño, que la voy a volver a perder. Así que no sé qué hacer.

En fin, nada más.

Gran fin de semana. O eso creo. También podría haber estado mucho mejor. Cuánta sarta de contradicciones, ¿no?

Saudos

PC

17 noviembre 2006

Fotos en la oficina

Esta mañana, Renato, el pequeño gran hombre campeón de Jiu Jitsu, se ha traido su recién estrenada cámara "comprada en el mercado paralelo" y nos hemos echado unas fotos.

Así que pongo por aquí dos de ellas.

Aquí con Betinho y Renato. Creo que no hace falta decir quién es quién. Por cierto, ¿alguien se acuerda de Sagat, del Street Fighter?



Aquí otra haciendo el mono con Vicky, la becaria de Moda (y no es que sea una tía superenrrollada, sino que se dedica al sector de Moda y Confección).



Estamos José Antonio y yo en pleno proceso de decisión y desarrollo de un plan para este fin de semana. Posiblemente nos vayamos a algún lugar cercano a Río aprovechando los días de tremendo sol que parece ser que van a darse. Así que si estoy tres días sin escribir será porque estaré por ahí aislado del mundo. Prometo hacer fotos. Si no, pues ya contaré los planes cotidianos durante el fin de semana.

Saludos

PC

15 noviembre 2006

Gran sitio otro en el que estuvimos ayer.

En esta ocasión, Fundiçao Progresso. Ya dije ayer dónde iba a ir y di datos de páginas web y demás. Estuimos José Antonio, Dani, Flavia (una de las amigas de Dani), Vicky, Jonay y yo.

El sitio es gigantesco. No sé cómo lo hago. Cada lugar al que voy de fiesta es mucho mayor que el anterior. No sé si podrá ser superado nuevamente, pero el listón de ayer quedó ya muy muy alto. En esta ocasión, algo que parecía una nave industrial. Con sus escaleras, galerías, pasillos para un lado, para el otro. Muy diáfano. Mucho espacio por todos lados. Ciertamente laberíntico también. ¿Alguien recuerda las escaleras de la escuela de Harry Potter? ¿Como van cambiando de lugar y las múltiples posibilidades que tienes de perderte? Pues algo así.

Lleno, muy lleno de gente. Pero, como digo, era amplio, y agobio no había ninguno. Cuando parecía que ya habíamos recorrido todo, la gran sorpresa. Un auditorio brutal. Muy vertical. Algo así como el fondo de un pabellón polideportivo. Sólo que las gradas, en lugar de asientos, planas y también amplias, para bailar más fácilmente, debe estar pensado. En el escenario, el Grupo Monoblog, creo, que tiene una música, llamémosla, típica samba de carnaval. No samba tradicional, con sus guitarritas y su flauta además de la batería y algún percusionista. No no. Samba de la fuerte fuerte, con una batucada enorme y tres o cuatro cantando a coro los típicos temas carnavaleros (jeje... como siempre... típicos aquí).

Hay algo que ya he notado: cualquier concierto así que se hace llamar brasileiro, termina siempre con dos canciones muy conocidas. Ya hablé de ellas en otro show al que asistí en Rio Escenario. Las dos canciones, conocidas en España también. Una no sé bien cómo hacer para describirla o decir cuál es... ya lo preguntaré mañana en el curro. La otra, la del País Tropical, que además ya me he encargado de sacar de internet y aprendérmela para la guitarra:

http://cifraclub.terra.com.br/cifras/jorge-ben-jor/pais-tropical-jhts.html

Muy fácil de tocar y de cantar, por si a alguien le apetece intentarlo.

A todo esto, el motivo de la fiesta de anoche sin importar la aparente necesidad de ir a trabajar mañana es porque hoy en Brasil se conmemora la instauración de la República. Así que es fiesta para todo el mundo.

Así que esta mañana nos hemos despertado tarde. Ayer llegamos a eso de las cinco de la mañana. Y, milagrosamente, hacía sol. Para no perder ni un minuto, nos hemos calzado nuestras mejores galas playeras y nos hemos ido a arpoador, que es lo que viene a ser el inicio de la playa de Ipanema. Yo tampoco me he querido bañar mucho, por aquello de que aún estoy saliendo de lo de la otitis de la semana pasada. Pero el ratito de sol y risas con el resto no me lo ha quitado nadie. Hemos sido, Dani, José Antonio, Sarah y Anna.

Luego hemos ido al gimnasio. A mí me dolía un poco la cabeza. Aún así he corrido un poco y luego he pillado a un instrutor para mi solito (aquí no es como en España, que tienes a dos colegas megaocupados para todo el gimnasio, sino que igual hay 10 instructores por ahí pululando) y le he dicho que me pusiese una serie para tal y cual. Así que he hecho el circuito que me ha mandado y pa casa. A ver si de esta me hago Superpedro, o algo así.

Y nada, tranquilo ahora en casa, con la musiquilla del Pais Tropical en la cabeza y la guitarra al lado. Cuando suelte el teclado, cojo la guitarra otra vez :D

Saudos

PC

14 noviembre 2006

I’m blogging in the rain

Otro día más de lluvia. Y ya van 230487 desde que llegué a Río de Janeiro (nótese la aleatoriedad de las cifras que componen el número anteriormente escrito, fruto de un aporreamiento con rabia de la parte numérica del teclado del ordenador).

Así que bien, porque mañana será el 230488 día de lluvia, y será un placer observarla caer desde la plácida ventana de casa en un día festivo como el de mañana a pesar de los innumerables puntos de interés que ofrece esta ciudad, mientras que la inservible playa carioca contempla con gran diversión sarcástica como nadie se atreve a pisarla.

Y eso yo, que vivo aquí y que bueno, al fin y al cabo, pues tengo que aguantar los días de lluvia igual que lo hago en España cuando estoy allí. Pero imagino, por ejemplo, a la ingenua parejita rioplatense que ha venido a Río de Janeiro hace una semana a pasar su luna de miel y que está viendo con gran pena cómo, sólo dos días antes de volverse, lo único que van a haber visto es la lujosa habitación del hotel donde se alojan.

“jiji, cariño, cuando nos casemos y vayamos a Río, hay que salir del hotel, eh? No todo va a ser fuqui fuqui, eh? Jiji... de vez en cuando bajamos en la playa para descansar, jiji”

¡¡Pues no!! ¡¡Ahora os jodéis y fuqui fuqui día y noche!! Y si os cansáis de veros, que uno de los dos se vaya al baño y el otro se quede en la cama y viceversa, por turnos.

Fijo que piden el divorcio nada más volver. Mieerda la lluvia.

Por fin fui a hacer el reconocimiento médico al gimnasio. En realidad, al final, un puro formalismo. Pero está bien, porque te toman ciertas medidas que luego, cuando vaya al siguiente reconocimiento, que es en febrero, ciertas cosas tendrán que haber mejorado. Cosas como el porcentaje de grasa corporal, las medidas de torax, abdomen, brazo, capacidad aeróbica, etc...

Miedo me da, que esto está quedando escrito y de aquí a cinco meses no sé qué habré hecho o dejado de hacer.

Además, vi el cartel anunciante de una carrera (corrida) que hay el 17 de diciembre en Río de Janeiro. Muy chula. 10 km. à http://www.10krio.com.br/

No creo que tenga problemas para correr la carrera. Sobre todo teniendo en cuenta que hoy mismo podría hacer 8 km sin demasiados apuros (bueno, al menos la semana pasada, antes de ponerme enfermo). Na, pan comido.

Hoy tenemos fiesta en Lapa (qué raro). Ya contaré qué tal. Pinta muy bien, porque es en plan bazucada de un grupo superfamoso (como siempre, famoso aqui), quienes por lo visto meten toda la caña del mundo en sus actuaciones. Además, es en un club muy típico de aquí donde también se pueden tomar clases de percusión, baile, diseño y otras cosas. à www.fundicao.org el sitio, y el show à http://www.fundicao.org/htm/prog-show.asp

Aunque hasta llegar a esta noche, tenemos clase de portugués y gimnasio... buf... qué estrés, joe.
Ale, me voy, que voy con prisa.

Saudos

PC

12 noviembre 2006

Más samba en directo

Voy a estar en Brasil un año, pero estoy seguro de que podría estar diez sin cansarme de llevar a cabo una o dos veces por semana el plan que estamos llevando a cabo una y otra vez.

Como siempre, en Lapa. Local, uno más de los numerosos bares que pueblan esa zona de moda en Río, éste llamado Teatro Odisseia; otro bicho de tres pisos, donde los dos primeros dan a un escenario y un tercero, aislado de los otros dos, con sillas y mesas donde sentarse, incluso, a comer alguna cosa. También con un escenario independiente este tercer piso, que permitiría un segundo concierto simultáneo Como siempre también, música en vivo.

Una vez más, samba, más rítmica que de constumbre. Sólo una guitarra eléctrica dando armonía a un batería, una percusionista, un bajo y dos cantantes. Un grupo muy conocido (aquí) de Salvador de Bahía del que, aunque no tienen página web, por aquí he encontrado un artículo que habla de ellos.

http://www.revistaoi.com.br/nova/moinho_bahia.asp

Superguapa la cantante principal. Y no es que yo me fijase, sino que me lo dijeron. Que yo en esas cosas aquí en Brasil no me fijo.

Menos mal que fui, mientras estábamos por casa, donde todos menos yo se comieron una pizza que pidieron a algún Telepizza brasileiro, aún no sabía si finalmente me apetecería salir o no. Como ya puse en el anterior post, a partir del miércoles me empecé a sentir mal y jueves y viernes, me quedé todo el día en casa. Por suerte, el sábado por la tarde a última hora, me di una ducha, me bajó la fiebre y pude salir, eso sí, sin prometer demasiado a mis acompañantes, a los que amenacé, tras tanta insistencia para que saliese con ellos, con en cualquier momento de la fiesta-concierto, tener que pedirme un taxi para “voltar direitinho para casa”.

Además, tres amigos de Dani habían venido de su pueblo, y lo bonito era, ya que estaban por aquí, echar un rato por ahí con ellos.

Aquí estamos (bueno, yo no) todos justo antes de salir. Está gracioso el contraste entre Anna, la finlandesa (no hace falta que diga quién es) los cuatro brasileños de detrás y José Antonio y Andrea, su novia, los dos de la derecha. Parece una foto de la última reunión de la ONU.



Así que, como digo, menos mal que fui. Nos lo pasamos estupendamente. Alguna canción conocida. Incluso alguna de Carlinhos Brown (o que a él le he vsito interpretar también (“Son da paz”)). Por momentos, buen rock. Pero buen rock de aquí. Pasa que cualquier cosa que te digan que vas a ver, siempre tenga alguna influencia brasileira. Todo pasa por la samba, dicho de otra forma. Así que rock a ratos, sí, pero rock de aquí. Muy chulo.

Hoy domingo, que me he levantado ya casi bien, ha habido plan, pero mucho más tranquilo, claro. Hemos ido a un shopping (como aquí llaman a los centros comerciales), donde nos hemos metido en un bufet libre japonés muuucho más barato de lo que cuestan en España, siete euros y pico. Comida sana, bien hecha y, sobre todo muy barata. Ya ves, en España tenemos la comida Japo a la carta en casi todos los sitios y raramente sales por menos de veinticuatro euros. En algún lugar sí que he visto bufet libre de sushi, pero no sé qué precio tendría.

Y luego, más internacionalización mediante, fuimos al cine a ver Volver, la de Almodóvar, que aquí acaba de llegar. A mucha gente no os gusta Almodóvar, pero yo todavía no he visto ninguna película suya que no me haya gustado. Muy gracioso ver los subtítulos en portugués y ver cómo ciertas expresiones castizas de los normalmente ácidos guiónes de sus películas son traducidas al porgutués brasileiro.

Ahora mismo, aquí en casa cenando.

Mañana más… o pasado.

Saudos.

PC

10 noviembre 2006

Doente.

Llevo dos días sin estar ni aparecer para nadie. Doente significa enfermo. Me pasa siempre en los sitios de playa o piscina. Si no tengo cuidado al sumergirme en el agua, a los dos o tres días ya me está doliendo el oido. Es algo familiar; a mi madre también le pasa.

Aquí ha tardado en llegar un mes y pico, pero claro teniendo encuenta las condiciones atmosféricas, es normal, ya que apenas hemos podido ir a bañarnos tres o cuatro días a la playa.

Así que eso, otitis, lo que acarrea fiebre. Además de que hoy parece ser que se me ha bajado a la garganta, con lo que tengo placas.

En otras palabras, estoy hecho una piltrafa. Llevo dos días sin poder ir a trabajar, lo cual está bien, podrán pensar algunos, pero no está tan bien si lo que estás es enfermo y con la imposibilidad de salir siquiera a dar un paseo. Y hoy todavía lo llevo bien, ya que está lloviendo a mares. Pero ayer hizo un sol de playa espectacular, y ni me planteé pisarla, dado mi estado calamitoso :S.

El miércoles por fin me apunté al gimnasio, como estaba previsto. La verdad es que es un pedazo de gimnasio y, como ya dije, nos lo regala la escuela de portugués, que a su vez nos la regala el ICEX. Cuatro plantas, cuatro piscinas, cuatro salas de clases colectivas, unas treinta clases colectivas distintas, así a ojo. Dos vestuarios masculinos, dos femeninos y uno para niños. Baño turco y demás movidas. Validación de la entrada de los usuarios por huella dactilar (esto es lo que más me ha llegado). Vamos, la leche el sitio. www.bodytech.com.br

Una pega que tiene y que me ha jodido un poco: necesitas hacerte un reconocimiento médico inicial para que te firmen que estás apto para realizar prácticas deportivas. Sólo cuando ya lo has pasado es cuando te permiten entrar a hacer uso de las instalaciones. Parece ser que es normal aquí, y con ello se salvan un poco las espaldas por si te pasa algo dentro del gimnasio. En España no lo había visto. Aunque también es verdad que no soy un experto en los gimnasios de allí.

Así que nada, aquí estoy esperando a que se me pase la inoportuna enfermedad, realizar el reconocimiento y comenzar cuanto antes a ponerme en forma. Tenemos intención de pasar por muchas actividades. Pero bueno, veremos, siempre al principio vas con buenísimas intenciones y al final acabas siempre haciendo las mismas cosas en el gim.

Me jode lo de estar malo. Hoy viernes hay cuatro planes distintos para llevar a cabo, todos ellos pasan por fiestas, happy hours, conciertos improvisados de batucada y otro concierto por la noche, aunque un poco lejos. Además de una posible fiesta en la nueva casa de Chechu, Sarah y compañía. Y me temo que me va a tocar perderme gran parte de los acontecimientos si no todos.

Poco más. Me despido ercaramado a lo más alto del sofá del salón, ya con internet propio y con muchas ganas de mejorar cuanto antes.

Saudos!!

PC

08 noviembre 2006

Rio Escenario

Tenía pendiente contar lo que hicimos el sábado. La noche pintaba normal; no nos podíamos propasar después de la noche anterior que nos pegamos. Noche ésa que es mejor olvidar (aunque se olvidó sola) .

El sábado fue muy tranquilo, como digo, pero sí que estuvimos en un nuevo bar de Lapa que también estaba muy muy bien. Ahora me entra la duda de dónde llevar a mis amigos cuando vengan por aquí. No sé si al Democráticos o al Rio Escenario. En realidad, el Rio Escenario es el Democráticos y algo más. Quiero decir, Rio Escenario incluye a Democráticos. Tiene una planta de abajo donde siempre hay música en vivo (como siempre) tipo samba, forró o bossa nova. Según ratos. Pero luego el sitio tiene dos plantas más y un edificio anexo. De hecho, en la planta segunda tienen una música más rockera y, lo mejor de todo, también en vivo. Así que, en un momento dado, puede haber dos conciertos a la vez en el mismo garito.

Nosotros estuvimos en la parte rockera todo el rato, con un grupo que estaba versionando muchas canciones conocidas. Conocidas aquí, porque yo no pillé casi ninguna. Sólo la del País Tropical, que mola y luego alguna otra que también sonaba pero de la que no sé dar ninguna referencia vía blog (yo qué sé, la podría tararear... pero “na, na, na na, na, na...” no dice nada, ¿no?). También sonaron, por lo visto, algunas sintonías de dibujos animados. Por poner un ejemplo, la que se compuso aquí para HeeMan (Jiman, vaya, que no sé bien como se escribe).

Hay una cosa negativa cuando sales por Río de Janeiro. Al menos, cuando sales por la zona de Lapa, que ha sido casi la única que hemos frecuentado desde que estamos aquí. Hay que pagar para entrar en todos los garitos. En realidad, forma parte de una más de las obligaciones impuestas por la sociedad para seguir manteniendo la existencia de las dos clases de personas. Te dicen aquí sin ningún pudor que gracias a que hay que pagar entrada, se evitan la entrada de los que no tienen dinero. Y se quedan tan a gusto. Con lo que el hecho de que haya que pagar, es un aliciente para ir al sitio. Así que el bar mata dos pájaros de un tiro. Un poco asquerosito.

Total, que todo esto, aparte de lo que representa en sí mismo, también es una mierda pensando en un mismo. Porque los seis u ocho euros que te cuesta la entrada, no te incluye consumición, así que te sientes auto-obligado a quedarte toda la noche en el mismo bar, para no perder el derecho a la estancia que te ha dado el acoquine de pasta al principio (Word acepta la palabra acoquine... ya ves). Es lo único que tiene de negativo hasta ahora la noche riojana (¿o se dice carioca?).

Y está lo de las clases de español. Esto mola. Ya he amenazado con contar este tema varias veces. Pero ayer se concretó del todo. Bueno, mejor dicho, ayer se empezó a terminar de concretar. Pero vamos, está todo hablado. Resulta que hemos conocido a un tipo, Alberto, a través de los anteriores becarios que colabora con una especie de ONG para dar clases de apoyo de diversas materias a chavales de la Rocinha que pretenden entrar en la universidad. Se trata de un apoyo tanto académico, es decir, para dales la materia de la que se tendrán que examinar en el Vestibular (Selectividad brasileira), como una ayuda casi de motivación, para que sientan que si quieren, pueden ir a la universidad y desmitificarles al máximo el hecho de la que la obtención de un título universitario no está hecho para ellos. Según nos contó, la mayoría de ellos han nacido en una familia muy trabajadora y con poco dinero; y para ellos, la posibilidad de ir a la universidad es considerada un lujo que no se pueden permitir.

Así que, entre todas las materias que se dan, se encuentra la de lengua extranjera, donde en este caso se imparte inglés y español. Les hemos dicho que cuenten con nosotros para las de español. Lo único es que el curso aquí ya está terminando (llega el veranito) y ya tendrá que ser a partir de marzo, cuando los chavales vuelven a las clases.

Esto va a molar mucho. Me apetece hacer algo por ayudar a esta ONG, que por lo que se ve, lleva a cabo una labor de la leche. Y encima sabiendo que todo lo que hacen da una ayuda simplemente puntual a los chavales de cada año, asumiendo que realmente no cambiará nada a largo plazo.

Hoy no tengo mucho más tiempo (buf, no se nota, no?). Pero ya seguiré escribiendo.

Saudos!!

PC

06 noviembre 2006

No me gusta el tiempo

Dicen los autóctonos que no es normal. Todos nos dicen lo mismo; que, en cuanto al tiempo, aunque siempre es muy raro, normalmente predomina más el sol que las nubes. Realmente yo no me quejo del tiempo. Que si tiene que haber nubes o incluso lluvia, pues adelante. Pero es que prácticamente desde que llegamos, así por seguir una regla general, de lunes a viernes, un sol radiante; y llega el fin de semana y se encapota y no hay forma de ir a la playa.

Lo de esta semana pasada ya ha tenido guasa. El jueves aquí era fiesta. Pues muy bien, no sé cómo se las arregla el funcionario que pone y quita las nubes, pero de lunes a miércoles ha hecho un sol que te torrabas, el jueves se nubló, el viernes salió el sol y el sábado y domingo, unas nubes otra vez de aquí te espero. No señor, así no vale. Por supuesto, para más coña, hoy lunes tenemos un sol de esos de decir ay qué dolor de tripa en el curro e irme para la playa. Pero no, como somos buenos profesionales, aquí estamos currando un día más.

Bueno, no sé, espero que esto del tiempo mejore. En realidad, nos dicen que nos preparemos, porque en noviembre lo normal es que nos estuviésemos ya muriendo, así que cualquier día, sin previo aviso, se nos pone a pegar el Lorenzo y nos da la chunga.

Este fin de semana ha cambiado la hora aquí en Brasil. Se ha adelantado. Está bien, porque va a anochecer una hora más tarde. Y hasta diciembre, irá siendo más y más tarde. Mola, sin duda. Pero hay algo en el mundo que no funciona bien. O estamos mal en América o están mal en Europa. O algo raro pasa. ¿Por qué digo esto? Pues porque ahora mismo tenemos dos ínfimas horas de diferencia con Londres y nada menos que cuatro con Méjico. No es muy normal, ¿no?

Va, venga, lo voy a contar... que se me saltan las lágrimas y todo. El 8 de diciembre, sexta, voy a Buenos Aires. A pasar el fin de semana con los amigos de la capital de la república de mis orígenes. Estaré el día nueve, sábado, moviéndome por el gran Buenos Aires, nombre con que se denomina a la extensísima zona de barrios y ciudades dormitorio que rodea a la propia capital; y el día diez, domingo, paseando por la muy bonita Capital Federal, echando fotos y recorriendo las cuatro o cinco inmensas avenidas al tiempo que se visita algún mercado típico o así.

Todo va a estar muy bien. Pero espérate, que el colofón lo pondrá mi ya confirmada asistencia a un pequeño concierto en el Estadio Obras (o Pepsi, como le llaman ahora) donde Andrés Calamaro y Ariel Rot van a rememorar todos los éxitos Rodriguistas que allá por el noventa y cinco – noventa y seis crearon de mí un quasi gruppie desconocido hasta entonces. Lógicamente, ahora todo va a ser distinto; no me pondré en primera fila y lo veré ya en plan persona mayor, tranquilo y compartiéndolo con mi gente bonaerense.

Mañana cuento lo que hice el sábado, que estuvo bien también :D

Saudos!

PC

04 noviembre 2006

Santa Teresa

No me he hecho devoto de dicha virgen. Santa Teresa es un barrio del centro de Río de Janeiro cuyo paseo es obligado para el turista. Y yo, aunque no soy un turista aquí en Río, acompañé a José Antonio y a su novia junto a Álvaro, el becario de Brasilia.

Es una zona muy bonita. Está en un morro, pero un morro que, al contrario de la mayoría de los mismos, no tiene favela asociada. En lugar de ello, un conjunto de casas y calles más o menos bien conservadas. Es bastante cansador, porque en la ida estás subiendo todo el rato. También se recomienda coger un tranvía que pillas abajo del todo, justamente en Lapa, que queda al lado, y que te ahorra la caminata cuesta arriba.

Caminar por este barrio es como transportarte a una zona montañosa y verde como podría ser el Pais Vasco. Además, la arquitectura de las casas hasta hace que se parezca aún más. Lo que cambia, supongo, es la vegetación, ya que aquí eso es algo que en general cambia en todo el pais con respecto a Europa.

Lo bueno de todo ese paseo fue una "escultura viva" que visitamos casi por casualidad, porque nos la encontramos allí. Resulta que una de las entradas al barrio consiste en una escalinata bastante larga. Dicha escalinata está completamente forrada de azulejos. Tanto los escalones, como las paredes y objetos decorativos (floreros, etc...) que la flanquean. Abajo del todo, antes de comenzar a subir, se puede leer la historia de la obra. Se trata de un pintor chileno que vive allí mismo y que lleva dieciséis años dedicándose a buscar azulejos de todo el mundo para añadirlos a la escalera. Cuando se le agota el espacio, quita uno antiguo o que ya no le guste y lo cambia por el nuevo. Él invita a que se le envíe un azulejo de la zona del mundo que seas y se compromete a ponerlo y enviarte una foto del mismo ya colocado.



Lo mejor de todo es que el hombre estaba por allí en el momento que nosotros pasamos y nos contó toda la historia y miles de anécdotas que han acontecido en "su" escalinata. Ha recibido muchísimas visitas de televisiones y medios que han dado a conocer su obra. Sin ir más lejos, Nosolomusica parece ser que le entrevistó. Y, por ejemplo, U2 grabó algún videoclip también en ese lugar. Tampoco está de más decir que el artista tiene el ego un poco subido, y le da por hablar de sí mismo por encima de Miguel Ángel o de Gaudí, pero bueno, yo creo que eso va en el carácter de cualquier artista, que al fin y al cabo tiene que venderse.



Nada más por ahí. Vovimos a casa y volvimos a salir al Democráticos, el bar supergenuino que, una vez más, será el destino primero de la juerga carioca cuando vaya recibiendo visitas. De hecho, ayer fuimos con la gente de Brasilia para que se pasasen una noche brasileira pura pura genuina y también con un amigo de Chechu de España. Todos encantados en el sitio.

Importante es comunicar también que, dado que ayer nos propasamos bastante con la caipirinha (nos hemos acabado todo el cupo correspondiente a noviembre en una sola noche), hemos decidido cuidarnos un poquito más con esa bebida. Porque está rica, pero de tan rica que está, igual te da por tomarte tres. Y no te das cuenta, pero te pega un subidón repentino y ya luego no sabes ni donde estás. Así que nada, hoy toca estar de resaca y poco más. Hemos ido un ratito a la playa para aprovechar el sol, pero poco más. Esta noche volvemos a salir... pero más tranquilamente.

Saudos!

PC

La Rocinha

Qué sinvivir... jeje... la acumulación de actividades para contar es inversamente proporcional al tiempo de que dispones para contarlas. Así, desde el miércoles hasta ahora he hecho bastantes cosas, pero he encontrado el momento para poder escribir.

El miércoles por la tarde dimos un interesantísimo paseo por la Rocinha, o sea, la favela más grande de Latinoamérica, como orgullosos dicen sus habitantes.

Primer concepto erróneo, la Rocinha no es un lugar hostil, los cacos no te están esperando ansiosos para, según entras, sacarte hasta las entrañas. Creo que todo lo contrario. Como nos decía nuestro compañero de trabajo, amigo, guía y guardaespaldas Renato (el campeón de Jiu Jitsu), allí nunca se producen robos. Entre la ìcomunidadeî, la gente se respeta muchísimo y es mucho más probable salir mal parado por algún motivo en Copacabana o Ipanema que en su barrio.

Hay muchísima actividad. Numerosas tiendas y puestos se disputan constantemente la actividad económica del lugar. Las calles y las casas, eso sí, bastante deterioradas. Pero sus habitantes, personas absolutamente normales que iban y que venían sin más.

En lo alto de la montaña - la Rocinha, como el resto de las favelas, está en un morro - se podían divisar unas vistas espectaculares de toda la Zona Sul de Río de Janeiro. Con el Cristo presidiendo, el lago repartiendo los distintos barrios y demás lugares conocidos rodeando al mismo (Jardim Botánico, Ipanema, Pao de Açucar, etc...).

Según dicen, el verdadero problema de este tipo de barrios no reside en la vida cotidiana, en la calle y demás. Lo verdaderamente chungo son las nada frecuente reyertas entre bandas rivales por disputas de poder o terreno o por ajustes de cuentas. Son bandas de narcotraficantes que pretenden controlar el territorio al más puro estilo Risk. En fin, claro está, si tienes la mala suerte de que paseando por allí, te pilla en medio un ajuste de cuentas o similar, pues es cuando puede venir lo chungo.

Ya he hablado de esto, así que no me extiendo más.

Al bajar del morro volvimos a casa para pegarnos una ducha. La intención era salir por la noche aprovechando el día festivo que teníamos en Brasil al día siguiente, 2 de noviembre. Pero en lo que llegamos y nos preparamos, nos entró la modorra y sólo bajamos un rato a tomar unas caipirinhas a la playa de Copacabana. Las mejores que he probado hasta el momento y por sólo cuatro euros. Cayeron dos para cada uno y nos volvimos para casa.

Al día siguiente, ayer, a pesar de las nubes amenazantes, había treinta grados centígrados que nos ahogaban en casa, así que nos decidimos, claro, por playa. Estuvimos cosa de hora y media haciendo las actividades típicas de playa... un poco de voley playa, otro poco de luchar contra las olas, palas, fútbol... y de repente, sin comerlo ni beberlo, comenzó a caer un chaparrón de coger pitando las cosas y salir corriendo hacia el paseo marítimo, la avenida Atlántica.

Luego, de camino a casa, nos pasamos por un supermercado donde compramos Mango, dos variedades de coco, abacaxí (que es parecido a la piña) y no sé si papaia o guayaba y luego a la cena nos pusimos morados de toda la mencionada fruta tropical.

Y al final, por la noche, nos metimos una pizza entre pecho y espalda que nos quitó el hipo. Bueno, la pizza nos lo quitó y la caipirinha y la cerveza nos lo volvió a poner. Estuvimos por ahí hasta la una y después volvimos a casa, que hoy viernes había que currar.

Varias voces me han dicho que a este blog le haden falta unas fotos. Así que no se hable más.

En la playa aunque estuviese nublado:



En la puerta del curro con José Antonio y el becario de Brasilia (de izquierda a derecha):


Saludos!!

PC

01 noviembre 2006

Burobrasil

Ayer al salir del curro fuimos a un mercado que está en el centro. En realidad, más que un mercado, es como una especie de chino gigantesco formado por un entramado de calles repletas todas de lo que en España conocemos como un todo a cien. El lugar se llamaba Uruguayana y corresponde a una parada de metro.

Así que aproveché y compré algunas cosas que aún me faltaban. Por un lado, unas sandalias para la playa, ya que las que me traje de España se las llevaron junto con el resto de las cosas el día que nos quitaron la mochila en la playa. Por otro lado una red típica de estas donde poner la ropa sucia en la habitación.

En Brasil todo es burocracia. Tienes que hacer filas para todo. Normalmente tienes como mínimo dos en cada tienda. Una para escoger producto y otra para pagar. Así, lo que me pasó ayer en la tienda donde me compré la red para la ropa fue cuanto menos asombroso.

En la propia puerta de la tienda ya había encontrado lo que estaba buscando. Había una china allí parada a la que le pregunté el precio. Me dijo que cuatro reales y cuando yo me daba la vuelta con el producto como para irme al tiempo que le ponía los cuatro reales en la mano (lo que habría bastado en España), me dice la tía “no, no, habla con ese”, señalando a otro chino que me esperaba un poco más dentro en la tienda. Algo extrañado, me fui a él y le dije que sólo quería eso, y él lejos de coger el dinero que le estaba queriendo dar, me dijo “ah, ok, ven por aquí”. Yo aún más extrañado, le seguí a un ordenador que tenía ahí al lado. Se puso a teclear y sacó un ticket que yo pensé que ya era para, por fin, pagarle. Sin embargo, el tío me quitó el artículo y me dio el ticket, instándome a pasar por la caja, que estaba aún más dentro de la tienda, en una ventanilla. Eso sí, el producto se lo quedó él. Yo ya sin dar crédito, cogí el ticket y me fui a la ventanilla. La mujer me preguntó si quería pagar con tarjeta, con cheque o en efectivo. Yo, seguramente con cara de pasmado le dije que en efectivo, claro. Por fin, me cogió los 4 reales ante mi ya impaciente estado de ánimo para poder tener mi producto. Y si te crees que me dio ya lo que quería, estás equivocado. Lo que me dio fue otro ticket más y me dijo que me dirigiese a otro mostrador más. Yo, muerto de risa por dentro, avancé unos metros en la tienda (ya me daba la sensación de que si seguía un poquito más, ya llegaba al centro de la tierra). Por fin, le di mi ticket a una quinta china y, tachán, en el acto me dio mi compra. Me di la vuelta y salí corriendo para buscar la salida de la tienda, no fuese a ser que, al más puro estilo Indiana Jones, una roca saliese detrás de mí rodando o unas puntiagudas rejas comenzasen a bajar lentamente en la puerta del local para impedirme la salida.

Jeje... me partía de risa con el burochino.

Luego volvimos a casa. También en metro. El metro de Río mola. Es muy moderno, es amplio y está limpio. Algo así como la línea 3 de Madrid (digo yo). Pero son muy graciosos aquí. Tú ves el mapa de las líneas ahí bien montado, abarcando bastantes sitios y demás a pesar de no ser muy extenso. Pero lo más gracioso es lo siguiente: en un momento dado, cuando ves que, por ejemplo, te quedan tres estaciones para llegar a tu casa, de repente te dice un altavoz algo así como “el recorrido finaliza aquí, deben hacer el resto del recorrido en el “Metro en la Superficie””. Jeje... así que te bajas incierto, pensando “qué raro, si yo no he visto nada parecido a un tranvía o algo así por la calle” y claro, el Metro en la Superficie consiste en un autobús que te va llevando por el resto de las estaciones que le faltan al recorrido. Yo, muy acostumbrado a las obras y averías del Metro de Madrid (vuela) pregunté: ¿hay obras? Y les dio por responderme... no, no hay obras, lo que pasa es que el metro existe sólo hasta aquí, el resto de la línea que ves ahí dibujada, está sólo en proyecto. Juas, tócate la nariz.

Bueno, llegamos a casa. Sorpresa! Llama Sarah, la amiga francesa y nos insta a que vayamos con ella a un concierto de Reggie en la PUC (que se lee “puqui”), es decir, la Universidad Pontificia de aquí. Había que esperar al becario de informática de Brasilia, Álvaro, que, junto con sus amigos, se van a quedar unos días aprovechando los festivos (1 y 2 de noviembre) que ellos tienen y nosotros no. Ya se han cogido el viernes y se quedan todo el [su] largo fin de semana. Él se queda en mi casa. Cuando llegó, le dije el plan, él llamó a sus colegas, nos cogimos un bus y en la fiesta nos plantamos (sombra aquí y sombra allá).

Estuvo bien. Ya la sorpresa superó el umbral de lo minimalista: las caipirinhas a 2 reales . Menos mal que salí con poco dinero y sólo me tomé dos, porque si le llego a hacer caso al precio, hoy no me presento a trabajar ni de coña. En fin, guay. El concierto muy bien. Era reggie, pero con una mezcla de rock. Algo así como Ska. Muy bueno... y eran colegas de una colega de Sarah.

Poco más, a las doce nos estábamos embarcando en el ônibus de vuelta, menos los amigos brasilisienses (Si el gentilicio de ¿cuál es el gentilicio de Brasilia?) de Álvaro, que siguieron de fiesta. Qué envidia... cinco días de fiesta que se van a pasar seguramente de playa en playa y tiro porque me toca.

Bueno, mañana 2, jueves, al menos sí que es fiesta aquí, con lo que algo es algo y podré disfrutar de un diíta libre para ir a la playa, seguramente, y posiblemente para subir al Cristo de una vez (al final pasa que cuando vives en un sitio, luego no visitas las cosas de ese sitio). O seis años en Madrid y sólo fui al museo del Prado una día y porque me equivoqué.

Emmm... sí... tengo que hablar de las clases de español (¿?¿?¿?¿?), pero cuando se concrete algo y, sobre todo, de un pequeño plan que me he montado para el fin de semana del 8, 9 y 10 de diciembre (que se me saltan las lágrimas y todo).

Saudos!!

PC