El fin de semana moló.

El sábado fuimos al concierto de Monobloco. El último. Qué bien que hiciesen otro antes de irnos. En agosto me dije, sólo voy a ir a uno de los dos que dan esta semana, y luego seguro que por septiembre, dan otro y podré ir a verlo. Menos mal que no me equivoqué. Quizá por ser el último, valga la redundancia, lo disfruté más que los otros dos a los que ya había ido. También porque fuimos todos los que estábamos en Río. En ese sentido, faltó Lorena, porque está con Roberto en el nordeste y Maitane, porque ya se fue a São Paulo, claro.

Poco que decir... muy muy bueno, simplemente.

El domingo salió medio improvisada, aunque se venía hablando del tema desde hacía varios días, una cena-fiesta en casa como ensayo para la que habrá el 29 de septiembre, sábado, un día antes de Zé y yo irnos para España. Salió muy bien y la gente se divirtió. Claro que era domingo y a las doce y media todo el mundo se estaba yendo para casa.

Como en toda fiesta que hemos hecho este año, ésta también tuvo su originalidad. En esta ocasión, se me ocurrió sobre la marcha que cada invitado tenía que llevar una prenda de los convidados. Así, eu saqué las camisetas y camisas de blocos más feas que encontré y Dani sacó los collarcillos y pulseras más monos que tenía. Y los repartimos. Ella a ellas y yo a ellos. Gracioso.

Decidimos, pues, hacer esa otra del último día en Río. Puede ser muy buena también :D

La semana es de mucho trabajo. Lo que me deja la tos y la voz ronca que tengo. Debo tener algo así como bronquitis. Una mierda. Pero bueno, enseguida se acabará. Y enseguida habrá que ir empezando en hacer la maleta. De locura.

Dejo aquí el prometido vídeo de nosotros dando toques en Ilha Grande. Una risa :D



Beijos

Pedrao