Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

30 abril 2007

La gran evasión

Reflexionaba ayer según volvía a la pousada para ducharme y salir acerca de un tema al que le dio por pasarse por mi cabeza.

Jericoacoara es, sobre todo, tranquilidad. Belleza natural: toda. Las dunas y los palmerales: todos. El mar y las lagunas: todos también. Pero aquí lo que se respira es tranquilidad, es decir, la necesidad de poder pensar que el hecho de no hacer nada no va a despertar miradas de rencor en los demás, sino complicidad y compromiso.

Quizá son los abuelos sentados en las esquinas de cada calle. O el hecho de que cada calle sea simplemente una extensión de la playa de arena y tierra. O el buen rollo con el que todo el mundo se trata. O las hamacas. Pero lo cierto es que lo que verdaderamente enamora de este lugar es eso, la absoluta separación de la vida normal como evasión mental.

Me acuerdo de mi novia, de mi familia y de mis amigos. Estos últimos no contextualizados dentro del mundo del trabajo en que he conocido a muchos. Simplemente amigos. Toda esa gente está ahí muy presente. Pero del resto de cosas que me componen mi vida, como son trabajo, responsabilidades, bancos, dinero, etc, ni me acuerdo. De eso se trata esta gran evasión. A ciertas horas del día, si nadie me dice que mañana tengo que coger un transfer más avión para volver a mi ciudad de trabajo y volver a la rutina diaria, directamente respondería incrédulo que no sé de qué se me está hablando. Que yo no tengo trabajo, ni responsabilidad ni rutina. El mundo se acaba en la última calle de Jericoacoara.

Bien es cierto que en mi caso, esa rutina a la que, según dicen, vuelvo mañana, está en Rio de Janeiro con un trabajo hasta las cuatro y media cada tarde y con infinidad de actividades lúdico-deportivas. No quiero pensar cuando tenga que pensar en la cercanía de volver a España a, ahí sí que sí, volver a plantearme la vida con compromiso y responsabilidad. Una locura impensable, valga la redundancia, en este momento.

Hoy hemos ido en bugui a unas lagunas paradisíacas. Hamacas dentro del agua. Agua transparente. Calentita. La leche. Para colmo, un grupo de camareros ofreciendo en todo momento zumos, cerveza o caipis. Lo que digo: bastante idílico. Además, el paseo en bugui, una risa. Ahí pegando brincos por las arenas de caminos y dunas agarrados como podíamos a los cuatro caños que conformaban los límites del cochecito.

Mañana queremos ver si alquilamos unos caballos y vamos a Pedra Furada, que se nos sigue resistiendo. El único día que intentamos ir fue ayer pero María le dio la patada a la piedra y medio que se ha roto el dedo :S. Chungo, sobre todo porque aquí apenas hay un puestecito médico y el primer centro médico serio se encuentra a muchos kilómetros de aquí. Por lo visto, la radiografía más cercana estaría en Fortaleza, trescientos kilómetros.

Es un dato más de lo recóndito de este lugar. Junto con lo típico de las calles de tierra y arena, la ausencia de iluminación pública o el hecho de que la electricidad llegase al pueblecito a finales del siglo XX. Ayer, vamos.

Varias curiosidades más. El acalde es español. Así.

Y que hemos conocido a bastantes personas. Muchos hippies, por ejemplo, con los que nos quedamos conversando en lo que intentan vendernos (y consiguen en muchos casos) su propio trabajo artesanal. Hoy es mi primer día, por cierto, con pulserita en el tobillo.

También hemos conocido a un catalán de Girona que está aquí en plan tirado dando clases de surf a los turistas.

En fin, muy buen rollo por aquí. Pena que mañana se acabe, como digo.

Nada más, me voy a duchar y a ver si salimos a dar una vuelta hoy.

Saudaçoes

Pedrão

29 abril 2007

Seguimos bien en Jericoacoara

Segundo día. Actividad principal: Sandboarding.

Es bastante difícil. Vas cayéndote todo el rato, pero cuando le coges el tranquillo es bien divertido. La pendiente es superempinada. Siempre da un poquitín de cosa el momento de tirarse. Pero se pasa en seguida y sólo disfrutas. Además, cualquier caida nunca hace daño, ya que es arena blandita y caes siempre tranquilo.

El resto del día, antes de lo del sandboarding iba a ser un paseo que hay a un lugar de aquí que se llama Pedra Furada. Una roca característica que es la imagen de Jericoacoara. Igual lo hacemos pasado mañana.

Porque mañana tenemos paseo en bugui a Lagoa Azul y Lagoa Paraisso. Dos lugares que según dicen son increíbles. Eso nos llevará todo el día y la ida y la vuelta serán haciendo el loco por las dunas. Arriba y abajo. Con perdón.

Todo esto aderezado con mucho sol y mucha playa.

Por cierto, siempre se me olvida, tengo un dolor de muelas terrible. El martes pasado a mis muelas del juicio inferiores les dio por querer salir un poco más. Incluso sabiendo que no tienen más espacio entre encías y dientes. Claro, el resultado, terrible dolor que, poco a poco, va remitiendo. Pero vamos, que no me dejan de doler nunca. Estoy a base de:

Ibuprofeno
Otro antiinflamatorio que me mandó la destista el otro dia
Buches de no se qué producto
Lidocaína (anestésico tópico local que me deja adormecida la boca)

Y comiendo puré de patatas o calditos.

En fin, gracias a todos esos menjunjes voy pasando más o menos tranquilo. Pero ahora mismo, por ejemplo, me está doliendo bastante. Y por las mañanas siempre. Pero bueno, tendrá que ir remitiendo.

De lo que no me salva nadie es de que me extraigan las muelas, al menos las de abajo, cuando vuelva a España (terror).

Ah! Otro tema! Aurora ha aprobado todo febrero! Así que sólo le queda media asignatura en junio, la que le queda del año pasado, y terminar las prácticas, lo que será en julio. Y luego nada, doble licenciada. Algo asi como Lilicencenciaciadada. Casi na.

Nada más por hoy.

Besos!!

Pedrão

28 abril 2007

Va, que se me acumulan las cosas.

La parte oral del examen de portugués creo que me salió tan bien como la otra. Lo que no es ni bien ni mal. Simplemente di todo el portugués que tengo y serán los evaluadores dentro de dos meses cuando me saquen de la incógnita.

El oral consistió en media hora de conversación en la que, primero, me preguntaron un poco que hacía en Brasil, por qué, cuánto tiempo llevaba y las típicas cosas. Eso es fácil, porque estás harto de decirlo.

Y luego te sacaban tres cartones elegidos de entre otros muchos, cada uno con una temática diferente y te fundían a preguntas al respecto. Los tres que a mi me tocaron fueron acerca de la escasez de agua, de la alimentación y de la privacidad de la información al acceder a internet.

En fin, salí contento. La cosa es que se puede aprobar o suspender. Y si apruebas puedes sacar diferentes calificaciones. En plan intermedio bajo, intermedio alto, avanzado bajo y avanzado alto. En plan sufi, bien, notable y sobre. Aver qué me dicen.

Y bueno, ahora mismo escribiendo desde un ciber tal que en Jericoacoara, en el estado de Ceará. Salimos ayer del trabajo, nos fuimos a casa, hicimos la maleta y en marcha hacia el aeropuerto. El día del trabajador es mundial, así que aquí, quien más quien menos se ha pillado puente. Esto significa que el trayecto hasta el aeropuerto fue infernal. Sin exagerar, cuatro horas. No iba con tanto tiempo de antelación y llegué, ojo al dato, a las 22h de la noche, es decir, una hora después de la salida original del vuelo.

Por suerte, el puente de mayo no sólo acarreó problemas de atascos en las carreteras cariocas, sino también en los aeropuertos, con lo que el vuelo salió con dos horas de retraso y yo pude embarcar no sin algún problema en el aeropuerto (pero vamos, no pasó nada, hice que pareciera un accidente).

Así que, con dos horas de retraso, llegamos al aeropuerto de Fortaleza, capital del estado de Ceará. A trescientos kilómetros de aquí. Allí nos estaba esperando el transfer que habíamos contratado desde Río; un tío que nos llevó en su pedazo de Land Rover primero por las carreteras, luego por caminos de cabras para al final, a través de algunas playas y dunas, terminar dando con nuestra pousada en Jericoacoara, o Jeri, como aquí la llaman cariñosamente (leído Jerí).

El viaje duró cuatro horas y, ya de día, hemos llegado a la pousada. Duchita y a la cama para que a las diez y media la encargada nos despertase a porrazo limpio para decirnos que tenía preparado nuestro desayuno. Una delicia.

Son las siete menos cuarto de la tarde. Noche cerrada desde hace aproximadamente una hora. El primer día ha consistido en reconocimiento del terreno. El sitio es increíble. Desde la playa se divisa un mar de dunas gigantescas alternadas con palmerales tropicales típicos. Y luego duna. Y luego palmeras. Ya hemos hecho el loco a saco por las arenas de las dunas. Brincos enormes en el desnivel principal de las mismas. Fotos y vídeos hay y habrá.

Por ejemplo, mañana tenemos concertado un paseo en bugui (coche pequeñito descapotable y muy útil para moverse por todos estos caminos y montañas de arena), que nos llevará a lagos cercanos que, según nos han dicho, son muy chulos. Tipo paradisíaco.

Y allá donde vayamos, ya lo hemos dicho, un poco de sand-boarding, que nos ha picado un poco el gusanillo al ver a unos israelitas a los que hemos conocido tirándose a saco por las dunas.

En fin, que muy bien. Curtiendo a saco, como se dice por aquí (disfrutando).

Seguiré escribiendo.

Bjs.

Pedrão

25 abril 2007

La primera parte del examen, bien.

Fueron cuatro ejercicios.

Uno, un reportaje de televisión que nos pasaron dos veces en el que se hablaba de una tienda que habían abierto que estaba orientada a la tercera edad. El ejercicio era escribir un e-mail a un amigo en el que le aconsejásemos que abriese una tienda del mismo estilo señalando las ventajas que podía tener y los productos y servicios que iba a poder dar en base a lo que habíamos visto.

Dos, un audio en el que se daban unos consejos acerca de cómo esterilizar utensilios de cocina. Se suponía que éramos propietarios de un restaurante y teníamos que crear un pequeño cartel para los empleados en el que se dijese cómo había que proceder.

Tres, un texto. Una columna de opinión en la que un hombre hablaba del actual desuso del correo postal en favor del correo electrónico. Había que escribirle una carta comentándole nuestros parecees.

Cuatro, otro texto. Esta vez una entrevista a un cirujano plástico. Había que escribir un artículo de opinión acerca de lo que el hombre decía en dicha entrevita y la propia acerca de la cirugía estética.

En general, como digo, creo que muy bien. Los resultados dirán la verdad. En cualquier caso, mañana tengo la parte oral. Al final, a las cuatro de la tarde.

Contaré puntualmente qué tal.

Saludos.

PC

¡¡El examen de portugués!!

Así, sin comerlo ni beberlo, se nos ha venido encima el veinticinco de abri. Fecha en la que, desde hace mucho tiempo, sé que iba a tener el examen oficial de portugués CELPE-BRAS. Emm... pues menos mal que ha llegado la fecha, porque estoy... em... cansadísimo de estudiar... buf... menos mal... así ya podré dejarlo...

Emm... no, no he estudiado nada, no.

El caso es que es la una y veinte de la mañana. Llegué hace un ratito de jugar al fútbol con Chechu. Me he tomado un baño y quería escribir algo antes de irme a la cama. Buf!! El examen es tal que en Ilha de Fundao. En la UFRJ o Universidad Federal de Rio de Janeiro. Muy lejos de donde vivo. Cerca del aeropuerto. Tardaré una hora en llegar al sitio y tengo que estar allí a las ocho de la mañana.

Esta será la parte escrita. La oral será al día siguiente, jueves, por la tarde. No recuerdo bien, pero creo que a las cuatro y media. Tampoco voy preparado más allá de lo que el portugués de calle me ha hecho aprender.

En fin, ésa una. A ver qué tal y mañana cuento. He pedido permiso en el trabajo, claro, así que me lo tomaré con calma y después del examen vendré a casa, me daré un baño e iré para el curro.

La otra, muy chula, es que ayer [para todo el que lea esto, ya antes de ayer] fuimos a un concierto gratis en la playa de Copacabana. Macroconcierto. Aquí se lo curran así. De vez en cuando cogen a una o varias superestrellas - superestrellas aquí, claro está -, montan un escenario gigante y lo anuncian a bombo y platillo.

Esta vez, por motivo de San Jorge, veintitrés de abril, patrón de Cáceres, día del libro en España por ser la conmemoración de la muerte de Cervantes y de Shakespeare, día del centro en el Instituto Zurbarán, se curraron que cuatro Jorges muy famosos brasileños tocaran todos a la vez, como digo, en la playa de Copacabana.

Se trataba de Benjor, Aragao, Vercilo y Mautner. Lo sé, ninguno conocido por el lector, pero aquí superestrellas. Lo bueno, es que se trate de quien se trate, estos conciertos funcionan siempre igual. Un poquito de la música de cada uno y media hora final de las canciones típicas brasileiras. Así que, una vez más, no faltaron el Oba obaa obaa, mais que nada, moro num pais tropical, a história de amor del te te te te, mona lisa y varias sambas bien famosas.

Ese día fue festivo en todo Río de Janeiro. Una vez más, nuestra oficina fue la excepción y a priori tuvimos que ir a trabajar. Sin embargo, por una vez y sin que sirviese de precedente, nuestro querido jefe de oficina, Francis, salió de su despacho y dijo "San Jorge me ha iluminado, hoy cerramos a la una". Así que a esa hora, raudos, nos fuimos pitando a casa, nos quitamos el disfraz y nos fuimos corriendo a la playa. Ole.

Bueno. Que eso, que el viernes nos vamos a Jericoacoara, Ceará. Ya contaré los preparativos.

Y contaré el tema del examen... ainss... qué nervioss... emm... bueno, no, la verdad es que nervios ni uno.

Saudaçoes

Pedrao Carioca

20 abril 2007

Un par de curiosidades o tres

Una, que hoy me he comido mi primera feijoada de verdad. En plan, vámonos de feijoada. Aquí normalmente los viernes como plato del día lo ponen en todos los restaurantes. Es algo así como la paella los jueves en españa.

Pues bien, feijoada al canto: arroz, feijao (judías negras), couve (un hiervajo verde que no sé traducir), torreznos y carnaca a saco. Aparte, una naranja, un vasito de caipirinha y una macedónia de postre. Cada feijoada, treinta reales, o sea unos once euros. Según los camareros, cada feijoada era para dos personas. Pero nosotros, que ya vamos conociendo cómo se las gastan aquí con las porciones dijimos: con dos para los siete que somos nos basta. Y vaya que si bastó... sobró la mitad de cada una.

Total, que por un módico precio de trece reales cada uno, o sea, menos de cinco euros, nos hemos puesto púa. Ahora mismo, tres horas después, todavía estoy que vomito.

La siguiente, de vuelta del restaurante, según íbamos andando para la oficina, a lo lejos comenzamos a escuchar algo de música. Música callejera de trompetas y tambores. Lo más parecido del mundo a "la cabra". Pues bien... nos vamos acercando y cuál sería nuestra cara de flipaos cuando, una vez lo suficientemente cerca como para adivinar tanto la pinta de los músicos como la propia música, conseguimos distinguir a cinco hombrecillos claramente brasileiros de sesenta años para arriba con tres trompetas, un tambor y un bombo interpretando los acordes del tan famoso Que viva España de Manolo Escobar. Juas juas. Nos faltó hacer un vídeo del momento.

Otra más, pequeñita, llevamos toda la semana escuchando desde la oficina aviones acrobáticos pasando a metros de distancia. Mañana sábado hay una prueba de exhibición patrocinada por Red Bull que es ahí mismo en la bahía de la playa de Botafogo. Igual nos pasamos. O si no, no. No sé.

Pero nada más, ya seguiremos hablando

Saudaçoes.

PC

19 abril 2007

Baixo Gavea

Hoy, para descansar un poco del tenis diario que nos echamos últimamente cada noche, vamos a salir un poquito, que ya es jueves.

A boa (como se dice aquí, literalmente "la buena") es ir al Baixo Gavea, es decir, Bajo Gavea. Básicamente es un barrio que está al noroeste de la zona sur de Río. Bueno, espera, no. Está al noroeste suponiendo que el mapa esté bien, pero creo que, como en Sevilla, el Norte no está para arriba en los mapas de la ciudad. Pero bueno, arriba a la izquierda, yo qué sé.

Ahí el plan es quedarse en la calle. Al estilo botellón, pero en vez de alcohol a saco, simplemente van pasando vendedores ambulantes con neveritas donde tienen normalmente cerveza. Mola. Y eso, mucha gente, sobre todo del ambiente universitario, ya que ahí hay cerca varias universidades. Sobre todo la PUC (leído puqui).

Eso de cara al fin de semana, aunque en realidad se presenta tranquilo, ya que hay varios que, aprovechando el festivo del veintitrés de abril, viajan a Natal, una ciudad del nordeste del país. Concretamente los que se mueven son Patricia, María, Pablo y Alejandro.

Por cierto que el mencionado festivo, aquí los que trabajamos en esta oficina nos lo comemos con patatas y tenemos que venir a currar como campeones. Cuidado que no me ponga malo, vamos.

En fin, los que nos quedemos tampoco vamos a estar de brazos cruzados. Por lo pronto, creo que el domingo está programada una subida en bici a un punto de la montaña donde está el cristo redentor que se llama vista chinessa, es decir, vista china. Es durillo, pero luego merece la pena, según dicen. Se lo tengo que preguntar a Zé, que es el que sabe de excursiones por la zona, pero lo suyo sería una vez llegar a la mencionada vista chinesa, seguir ya viaje hasta arriba del todo y echarnos unas fotos desde el propio cristo.

En el tenis, poco a poco mejor. Es difícil. Sobre todo porque aquí quien más quien menos se atreve a darle fuerte y no se le da mal. A mí, que nunca he jugado en serio, me cuesta un poco seguirles el ritmo, pero poco a poco estoy cogiendo confianza, soltando el brazo y más o menos me van entrando las bolas, con perdón, incluso a las que le pego con ganas, con perdón también.

Esa es la parte buena. La mala es que creo que me ha salido tendinitis en la mano derecha, lo cual jode un poco. Pero bueno, no se puede tener todo :D. Nada nada... antiinflamatorio y a seguir jugando.

Mientras tanto, corriendo voy mejorando a pasos gigantes. Me tengo que cronometrar un día de estos en serio, pero la última vez hice los ocho kilómetros en 37'22'', lo cual para mí es toda una marca, a eso de 4'40'' el kilómetro. Y el caso es que puedo llegar a hacer los 10km a una media parecida o igual. No en vano ya los hice a una media de 4'46'' el kilómetro. Pues eso. Hoy no, porque si no no descanso ni un día; pero quizá mañana me lo cronometro en serio.

Pequeño alegroncito, que a nadie le interesa, sólo a mí, pero el sablazo que esperaba en la declaración de la renta se ha quedado sólo un susto. Gracias a la hipoteca, supongo, entre otras cosas.

Encima, Infospeech, la empresa donde trabajé el año pasado hasta que me confirmaron que conseguía la beca allá por junio, va a repartir el variable por beneficios y, creo, me van a incluir. Sé que me va a tocar bien poquito, ya que sólo trabajé medio año de 2006 para ellos, pero cualquier pellizquín, por pequeño que sea, vendrá que ni pintao.

Bueno, con el fin de la sección financiera, se acaba este rápido post. Salvo acontecimiento extraordinario, escribiré ya el domingo por la noche o el lunes para contar qué tal el finde.

Saudaçoes

PC

15 abril 2007

Churrasco en Nilópolis.

Nilópolis es el barrio de Río de Janeiro donde nació y vivió Dani toda su vida hasta que vino para Copacabana en noviembre del año pasado.

Es un barrio normalote, como el 90% de la ciudad de Río. Con casas deterioradillas y hasta favelas por ahí intercaladas con la propia topología del lugar.

La casa de Dani mola mucho. Me ha sorprendido bastante. Tiene dos pisos, una piscina envidiable con su espacio con hamacas y demás. Tiene su terracita de arriba, su terracita de abajo. Está muy chula.

Ahí hemos ido esta mañana a primera hora. Teníamos el churrasco organizado por ella y por sus padres. El tiempo en principio acompañaba. De hecho, nada más llegar, tocó bañito en la piscina. Hasta me dormí un rato en una colchoneta típica hinchable en el propio agua.

Poco a poco ha ido llegando la gente mientras los que ya estábamos por allí íbamos preparando las cosas: molho de campanha, farofa, mayonesa, arroz y salando y preparando la carne. Mientras tanto, el padre de Dani encendiendo el churrasqueiro. O barbacoa.

Nos hemos puesto lo que se dice tibios de comer. No podía ser de otra forma, claro. Y más los que hemos llegado los primeros. :D

De repente, como quien no quiere la cosa, se ha cerrado el cielo y ha empezado un tormentón de cuidado. Además, nos ha pillado en la piscina y Dani, a quien casi no le gusta exagerar, ha dicho que no sería la primera vez que cae un rayo en la piscina. Así que nos ha metido el miedo en el cuerpo y automáticamente nos hemos salido pegando un brinco de la misma.

La lluvia no ha estropeado mucho, ya que la zona de la barbacoa y de donde estaba la gente sentada está cubierta por unos toldos que la madre de Dani se ha apresurado a extender.

Luego ha caído un mus estupendo con Pablo, Alejandro y Chechu. Vale, con cartas de poker. Y encima portuguesas. Pero vamos, ha sido cuestión de quitarle los comodines, los ochos, los nueves y los dieces y después de acostumbrarnos a ver las cartas así raras para saber cuándo teníamos cerdos y cuándo pitos, con perdón, el juego se ha dado igual que siempre.

Pena que cuando íbamos dos a dos ha llegado el tío de la furgoneta para llevarnos de vuelta a Zona Sul. Vamos, a casa.

Lejos de tirarnos a la bartola hasta mañana domingo, Chechu me ha propuesto la genial idea de irnos a pelotear un poquito a la pista de tenis de Lagoa. Hora y media habremos estado.

Pero ahora sí que sí. Estoy muerto y no veo la hora de caer en la cama. Estoy pidiendo ya pista para aterrizar y todo.

Mañana habrá playa, supongo, si el tiempo acompañar y, con muchas ganas, partidillo de fútbol en Lagoa. Seguro que a Chechu, además, le apetecerá jugar al tenis en algún momento... qué vicio :D

Bueno... importantísimas estas fotos que vienen ahora. Sacadas del último catálogo de verano del Carrefour. Grande.





Saudaçoes.

Pedro Carioca

12 abril 2007

Tenemos red de tenis

El proceso ha sido duro, largo y difícil, como diría uno. Bueno, tampoco ha sido tan difícil. Ni largo ni duro. Desde el lunes me encontraba preguntando en un par o tres de tiendas de Leblón para saber los precios de las redes. Nos habían dicho antes de ponernos a preguntar que las encontraríamos por unos doscientos cincuenta reales reales. Y así fue. Pero no teníamos toda la información, ya que además de la red, nos hacía falta el cable de acero, la manivela y los enganches de la red al suelo.

Un lío.

Pero aún así, fui a las pistas a preguntar y me dijeron que no era para tanto. Que para hacer un poco el chorras, con tener la red y el cable de acero era suficiente, ya que, además, la manivela en las pistas donde vamos a jugar está fija.

Lo bueno de todo es que cuando ya estaba todo decidido para comprar en una de las tiendas donde había ido, María encontró en el Balcão, algo así como el Segunda Mano, a un tío que vendía la suya con precio de salida ciento sesenta con cable de acero y bolsa para transportar incluidos.

Le llamé, concerté una cita, vivía al lado de mi casa, allí que nos plantamos Chechu y yo, regateamos, le sacamos ciento treinta con todo incluido y alehop! Tenemos red :D.

Ni un segundo tardamos en coger las bicis y tirarnos para Lagoa a ver dónde enganchar nuestra nueva adquisición y ponernos a jugar. Llegamos a las pistas donde normalmente hay gente entrenando y les preguntamos a qué hora terminaban. Les quedaban veinte minutos, así que nos queamos y cuando se fueron, nos ayudaron a colocar la red. Se pone en un minuto.

Moló mucho. Así da gusto, vamos a jugar cada vez que nos dé la gana. Yo no he jugado al tenis así de seguido en mi vida. Y soy bastante malito, pero poco a poco me van saliendo golpes más o menos colocaditos y con potencia. A ver cuándo le pillo un poco de práctica y van saliendo puntos chulos con esta gente.

Por supuesto, los nueve que somos ya estamos organizando un torneíllo. Dos grupos de cuatro y cinco respectivamente. Los dos primeros de cada grupo pasan a semifinales y final. Siendo realistas, tengo poco que hacer... me conformaría con pasar a semifinales, y ni siquiera las tengo todas conmigo.

Este fin de semana hemos cambiado Teresópolis por Nilópolis. Esto significa que teníamos más o menos marcado el fin de semana con churrasco el sábado en Teresópolis en casa de Sandrinha, la amiga de Dani que vino a Ilha Grande. Sin embargo, por pereza comunitaria, se ha decidido ir simplemente el sábado y volver en el mismo día a Nilópolis, que es donde viven los padres de Dani y hacer directamente allí su churrasco en su casa, con su jardincito y su piscinita. A ver si el tiempo acompaña, que los últimos fines de semana nos está ayudando.

Al final, de las clases de percusión que íbamos a experimentar el martes, nanai de la china. Resulta que llamamos al profesor y nos dijo que bueno, que había decidido pensarse lo de dar las clases. Que le dejásemos el teléfono y que él ya si eso nos llama para comenzar el mes que viene. Es lo que en portugués llaman aquí ser un furão. Algo así como un malqueda.

En fin, una pena, tendré que buscarme algún otro profesor o pasar de percusión, que ya tengo suficientes actividades.

Por ejemplo, ayer me enviaron el temario de las oposiciones a las que estoy inscrito de la Junta de Extremadura que serán en septiembre. Llevaba un tiempillo diciendo, ah, pues a ver si me mandan los temas y me voy leyendo alguno tranquilamente.

Pero al ver los ciento cinco megas en PDF’s, buf... como que me da una pereza enorme y me estoy pensando siquiera abrir la carpeta donde fui metiendo todo lo que iba recibiendo.

No sé, a ver si junto fuerzas y luego le echo un vistazo a ver todo lo que es. Pero con tranquilidad, que ahora tengo bastante curro (tengo que terminar el informe semestral del estado de la oficina).

Ya seguiré diciendo cositas.

Taluegooo

Pedro

09 abril 2007

Fin de semana largo y completito

Mucho deporte, naturaleza y algo de fiesta han regido la tendencia del finde.

El jueves salimos a dar una vuelta. Finalmente sí fuimos al cumpleaños de la amiga de Cristiano. Una discoteca bastante pijilla en el centro de la ciudad. Importante resulta que se equivocaron al cobrarme y terminé no pagando entrada en la misma. Así que sólo pagué lo que bebí, que apenas fueron tres caipirinhas. Cuando cerró nos fuimos para Lapa, donde simplemente nos quedamos en la calle tomándonos unas cervezas. Al final, muy al tran tran, se nos terminó haciendo de día y volvimos para casa.

Pero al día siguiente hubo plan de playa, Ipanema, desde tempranito. No me la quería perder, así que con todo el sueño, a las doce o así me planté allí. Estaban Chechu, Alejandro y María junto con el equipillo de Futvoley al que María está apuntada, así que nos quedamos allí mismo al lado de la pista viendo como jugaban. Yo no pude, porque era bastante gente y tienen prioridad los que pertenecen a la propia escuela. Pero bueno, sí que cogimos un balón de los que tenían y estuvimos dando unos toques en la playa.

La verdad es que es un deporte que, aunque no lo parezca, ver jugar a dos parejas que sepan de verdad, resulta muy espectacular. Y como estas playas son las cunas de este deporte, ves cada control de balón y cada virguería que piensas: ¿¿y éstos que hacen que no están jugando en la Champions League de fútbol en el equipo que les dé la gana??

Después Chechu y yo nos fuimos a jugar al tenis a Lagoa. Una vez más, fuimos a la aventura de ver si encontrábamos alguna pista libre que tuviese la red puesta. Y tuvimos una gran suerte. Había un padre y un hijo jugando con su propia red, y nos dijeron que podíamos seguir jugando nosotros cuando ellos terminaran. Al final, directamente estuvimos jugando a dobles con ellos.

Les pillamos el número de teléfono para llamarles algún día y así ir con alguien que tuviese red. Pero lo bueno a raíz de ese día es que hemos decidido comprar nosotros mismos una red. Ya hemos averiguado un poquillo y cuesta unos R$ 250, o sea, unos 90€. Entre todos vamos a tocar apenas a 12 ó 13€.

Estamos ya organizando hasta un torneo. Jeje... al que gane, el resto le invitan a caipirinhas.

Ese día ya estaba muerto y sólo dio para meterme en la camita y estar dormido a las once y media de la noche. Hasta había algún plan para salir tranquilos por Santa Teresa, pero recibí el mensaje cuando ya estaba soñando.

El sábado fuimos a una playa a la que nunca habíamos ido. Prainha. A una hora de Rio em coche. Bueno, a uma hora de donde vivimos, porque en realidad la playa sigue estando en barrios periféricos que aún se consideran dentro de Río de Janeiro (Barra, Recreio...). La playita, muy chula. Lo de siempre, montañas, selva y el agua limpita aunque, en esta ocasión, no transparente.

Volvimos y por la noche Chechu y yo volvimos a quedar para jugar al tenis. Esta vez no tuvimos tanta suerte y no había nadie jugando ni ninguna pista con red, pero para no quedarnos con cara de tontos al habernos desplazado hasta allí y tal, cogimos las bicis, las pusimos donde debería estar la red y al menos tuvimos una referencia para poder pegarle un poco a la bola. Lógicamente, no dio para jugar con puntos, pero sí que nos echamos un buen peloteo, con perdón.

Después del tenis, quedamos de nuevo para salir por Lapa. De nuevo, muy en plan tranqui. Salimos también con Marta, una becaria ICEX en Lima que ha venido aquí para pasar la semana santa.

Poco más. Simplemente el domingo fue de parasitar en casa: estuvo nublado y no apetecía ir a la playa. Pero por la tarde nos acercamos a la pista de fútbol 7 de Lagoa, de nuevo Chechu y yo, para ver si podíamos meternos en algún equipito. Estuvo muy bien, porque justo cuando estábamos jugando nosotros dos por primera vez en nuestros respectivos equipos y a la vez, se puso a llover a muerte, con lo que todos los que no estaban jugando se fueron y nos quedamos ya todo el rato los que sí estábamos dentro. Muchísimo cansancio de piernas al final del partido, pero nos echamos unas muy buenas risas.

La semana se presenta tranquila. Con todas las actividades de siempre. Bueno, no. Igual mañana voy a una clase experimental de percusión. Si me gusta, me termino apuntando y me hago el nuevo Carlinhos Brown... jeje

Saudaçoes.

Pedrão

05 abril 2007

Y llegamos a la Semana Santa.

El tiempo vuela. Y en un año en el que no paramos de hacer cosas, supongo que más. Ayer llegué a Brasil siendo octubre y ahora ya estamos en jueves santo. Tiene tela.

Estas fiestas en Brasil son, creo, mucho menos sentidas que en España. Bueno, no. Seguramente serán igual o más sentidas, pero como aquí lo de la religión y la pasión y todo eso se siente todos los días del año, pues los brasis son muy religiosos, debe ser que relativamente la semana santa no varía mucho de lo que es el resto del año.

En España, como pasan un poquito más y luego llega la semana santa y aquello se desmadra, pues parece como que se festeja más. No sé, con todo esto de las procesiones y demás.

Pero bueno, las costumbres vacacionales son más o menos las mismas. Aquí también se producen los atascos de salida en las grandes ciudades, la invasiones de las playas, los muertos en las carreteras y todo esto que también es costumbre allá en la Iberia.

Sin embargo, oh pena, el jueves santo no es fiesta en Brasil. Así que aquí estoy "currando" como un día más, se supone que, como miembro de la Oficina Comercial de la Embajada de España, dando ayuda y soporte a las empresas españolas que necesiten informaciones sobre homólogas en el país tropical. Gracioso, porque las primeras están hoy en la playa, con lo que bien poquito tenemos que hacer por aquí.

Mañana viernes sí que es fiesta, pero definitivamente no me voy a ningún sitio el puente, ya que quien más quien menos se ha lo ha montado por su cuenta y apenas nos hemos quedado en Río tres o cuatro que simplemente disfrutaremos de la propia ciudad. Además, ha venido Marta, becaria COMEX del ICEX en Lima y la ayudaremos un poquito con el tema de qué visitar, dónde salir de fiesta y demás.

Dani se ha ido a Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde va a conocer a sus primitos pequeños a los cuales no conoce.

Viene Andrea, la novia de Zé, así que éste es otro del que no veremos el pelo.

Lorena y Pablo se han ido a Buenos Aires.

De Asier y Renata no sé nada, pero me extrañaría que no se hayan ido a Sampa (como se denomina cariñosamente a São Paulo).

Hoy he venido a trabajar en bici. Si se hace despacito despacito (devagarzinho), se tarda media hora. Viene bien, porque llegas a la oficina que te quieres comer el mundo. Aunque, bueno, con lo poco que tengo que hacer, ese ímpetu se te va de momento y te vuelves al estado natural de aburrimiento enseguida.

Hoy, por tercera vez en pocas semanas, se me ha olvidado subir la bicicleta a casa. Llego por la tarde de hacer lo que sea, ayer, concretamente, de jugar al tenis con Zé, y dejo la bici con el candado puesto atada a una señal. Y luego por la noche, como tengo la cabeza como la tengo, pues simplemente se me olvida subirla. Cualquier día me encuentro con el candado cortado y la ausencia atada a la señal de tráfico.

Sin ir más lejos, a Zé le robaron la suya el otro día con la táctica de "la dejo aquí un minuto atada en la calle, que voy a ducharme y bajo" y al volver ya no estaba. De todas formas le sigue quedando otra (la que le quitaron era de un amigo suyo que había venido de visita hace unos meses, se la había comprado y la había dejado).

Como planes que suenan para este sedentario final de semana, paseos por la montaña, algo de playa, aunque dan nubes, y los más atrevidos hablan de parapente o ala delta o yo qué sé. A mí para eso que no me miren... ya vi atrevido el esquí acuático, con que tú me contarás si voy a atreverme a tirarme en ala delta. Tú flipas.

Aparte de todo, saldremos, claro. Hoy Cristiano nos ha invitado a la fiesta de una amiga suya en una discoteca en el centro. Igual nos pasamos, pero es un sitio un poco pijo llamado Nuth (leído Nuchi), y ya hemos dicho que como haya que pagar incluso estando en la lista de invitados de la amiguita de Cristiano, nos tiramos para Lapa, que está cerca, y listo.

De todo lo que resulte de este fin de semana largo, ya hablaré próximamente.

Saudaçoes

PC

01 abril 2007

Varias cosillas sueltas

Hoy hemos ido a un churrasco organizado por una compañera de capoeira. En un sitio bastante chulo. Quedaba en Ipanema y desde fuera parecía un edificio más. Pero al entrar, era en el bajo y lo que tenía era un patio al fondo chulo y muy bien montado. Con su asador, sus mesas de madera, sofás, sillas y demás, su cuarto de baño, luces de colores... no sé, parecía el patiecito de una pousada.

Así que eso, todo el día de churrasco. Nos hemos puesto de carne hasta arriba. Muy buena, por cierto. Además, hemos intercambiado huevos de pascua. Aquí la costumbre es, como en Argentina y otros sitios, la de regalarse huevos de chocolate así grandes por Semana Santa. Así que hemos hecho un intercambio de huevos, con perdón. A mí me ha tocado uno bastante normalito que, por ahora, ni siquiera he abierto. Creo que lo dejaré en el frigorífico, na geladeira, hasta alguna ocasión especial.

Hace un calor de muerte. Ha sido un finde de playita también. Tanto el viernes como ayer sábado. De hecho, entre Buzios, Ilha Grande y demás, he recuperado gran parte del moreno que se me quitó en España (parece que no, pero en una semana se quita bastante).

Hablando de Buzios, siempre se me olvida comentarlo. Aquí en las carreteras de vez en cuando hay un cartel que pone "Zona con cobertura para el móvil". Como quien dice "Peligro, zona de curvas". Curioso.

Romario juega actualmente en el Vasco de Gama, uno de los cuatro equipos importantes de Río de Janeiro. Los demás son Botafogo, Flamengo y Fluminese. La comidilla desde hace un par de semanas es que Romario está a punto de meter su gol milésimo. Contando partidos amistosos y todo. Está sólo a uno. Hoy, si no hubiese habido churrasco, el plan del resto de la gente fue ir a Maracaná a ver el partido Vasco - Botafogo. Pues bien, Vasco a perdido 1-0 y, por tanto, no ha habido suerte para que ellos pudiesen ver el acontecimiento del gol milésimo del ex del barça. Le he dicho a José y a Pablo, que son los otros dos que no han ido a Maracaná que en realidad ha sido una señal para que vayamos nosotros al próximo partido, que con un poquito de suerte, será el del esperado gol.

El fin de semana que viene, semana santa, tenemos plan casi montado ya. De hecho ha cambiado. Iba a ser Ubatuba, lugar de playa en la costa paulista, pero parece ser que la gente está más por que nos vayamos a Ouro Preto, que es una ciudad colonial y universitaria en el estado de Minas Gerais, hacia el interior del país al lado de Río de Janeiro.

Así que todo pinta para que el jueves por la noche nos pillemos un bus, viajemos durante la noche y el viernes, sábado y domingo estemos conociendo dicha ciudad. Ya diré si los planes se concretan o qué.

Ayer por la noche estuvimos en el Circo Voador. Es una discoteca al aire libre donde hay un escenario metido en una especie de carpa de circo permanente. Había concierto de samba y ahí estuvimos hasta las tres de la mañana. Esto es en Lapa. Luego nos volvimos a la zona sur, concretamente a Ipanema, para seguir la fiesta en un bar que se llama Emporio, donde ya habíamos estado varias veces y terminar terminando en otra fiesta que había en la propia playa, junto al puesto 8, allí muy cerca.

Nada más. Seguiré contando.

Saudaçoes.

Pedro