Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

29 diciembre 2006

Está habiendo muchas cosas que contar y muchas fotos que subir. Pero... más que escribir en el blog... digamos que estoy a otras cosas...

De todas formas, dejo a continuación el mail que Aurora y yo hemos escrito a amigos y enemigos.

Saudaçoes.

PC

---

¡Hola a todos!

Somos Pedripe y Aurorizia, los dos escribiendo conjuntamente este real mail.

No podemos dejar pasar la oportunidad que nos da el correo electrónico para, a pesar de estar muy muy lejos de la mayoría, desearos lo mejor para vosotros en estos días de fiesta y los mayores logros para el 2007 que se nos viene encima.

Esperamos que estéis todos bien y paseis estas fechas junto a la familia, amigos y/o seres queridos y/e/o/u conocidos, ya sea en Europa o en Sudamérica.

Os enviamos una foto nuestra a modo de postal navideña.

Os queremos mucho a todos!!

Muchos besos tropicales!!

Pedro y Aurora - Desde el lejano Oeste

26 diciembre 2006

Buzios mola

Voy a escribir algo. Pero poquito; lo que den cinco o diez minutos de ciber.

Estamos en Buzios Aurora y yo. Buzios es un complejo turístico enclavado en una península a unos ciento ochenta kilómetros de Rio. Yo tenía hecha una reserva en una pousada (hostal), pero hasta el último momento no nos decidimos a venir, ya que el medio climatológico que recibió a Aurora no era muy propicio para darse un par de días de playa. Lluvia, lluvia y lluvia.

La noche en la que llegó nos fuimos a Mangueira. Mangueira es una escuela de samba de las que desfilan en el sambódromo en el carnaval. Cada escuela tiene su lugar y día de ensayo cada semana. Ésta es una de las más importantes y más famosa. El ensayo consiste en que allí todo el mundo repite una y otra vez la canción compuesta para el "enredo" de este anho para el carnaval. El enredo es la temática escogida cada anho.

Y mientras, claro está, todo el mundo poniéndose púa a cerveza y, sobre todo, caipirinha.

Mucha alegría suelta.

Y nada, al día siguiente, a pesar de que el tiempo no acompanhaba y de que nos habíamos acostado muy tarde, nos cogimos el autobús para acá. Y lo bien que hicimos. Porque por muchas nubes que hubiese, da para ir a la playa perfectamente. De hecho, menos mal que hay nubes, porque esto es achicharrante. Y Aurorita, la pobre, toda quemadita.

Ahora soltamos el ciber y nos vamos para el autobús que nos va a devolver a Rio de Janeiro. Que a partir de manhana tenemos mucho que conocer por allí (al fin y al cabo, yo aún no he subido al cristo ni al pan de açucar ni nada de eso).

Taluegooo

PC

22 diciembre 2006

Mañana viene Aurora

Bieeeeeeeeeeeeeeeen!!! Me muero de ganas de verla. Al final estamos bien, después de todo. El skype es la leche, y prácticamente no hay día que no nos hayamos visto con una calidad excelente y un sonido totalmente simultáneo. Mola.

Vale, no es lo mismo que estar uno al lado del otro, pero ha ayudado - está ayudando - mucho.

Es increíble. Me voy a poner en plan abuelo cebolleta. Hace ocho años me fui a vivir a Cáceres. Vamos, cuando me fui a estudiar de Badajoz a Cáceres (noventa kilómetros de distancia). La comunicación por entonces fue superprecaria. Aún existía el monopolio de Telefónica. Las tarifas eran increíblemente altas. Me compraba tarjetas de estas de mil o dos mil pesetas que duraban apenas quince minutos. Nos turnábamos para llamarnos. Lo hacíamos aproximadamente una vez cada dos o tres días. Por supuesto, ni e-mail ni mucho menos Messenger.

Apenas, como digo, han pasado ocho años y la cosa ha avanzado un poquito. Me ha dado por cruzar el charco para venir a situarme a unos diez mil kilometros de ella. Y la cosa está tan bien que ha dado para eso, currarnos un sistema de videoconferencia con video y tiempo muy meritoriamente coordinados que nos está brindando una calidad de comunicación impensable cuando comencé a estudiar.

La leche.

Pues eso, mañana a las cinco y media pasadas estará aterrizando en el aeropuerto de Galeao. Todo nerviosita. Igualito que yo. Ya la tengo avisada, desde el minuto uno habrá actividad. Mañana por la noche nos vamos a un ensayo de escuela de samba de las que desfilan en el carnaval. Más concretamente Mangueira. Como para que se dé de lleno con la realidad fiestera sambera brasileira. Yo, de hecho, todavía no he ido a este lugar, muy famoso en la noche carioca, así que vengo pregonando entre los compañeros de oficina y demás "galera" (peña) que sin falta mañana vamos para Mangueira.

Al día siguiente nos cogemos un autobús y nos vamos para Buzios. Viene a ser una pequeña península a unos ciento ochenta kilómetros de Río de Janeiro. Con unas playas increíbles que te vas recorriendo en, llamémosles, barco-taxis. He reservado habitación en una pousada a pie de playa. Espero que salga buena. Ahí pasaremos Nochebuena y Navidad para el día veintiseis volver para Río. Yo me he pedido un par de días de vacaciones (la escasez de días de vacaciones, como siempre digo, es la única pega que tiene esta beca y la cosa no da para sacarse más días). Aprovecharemos para pasear por el lago, subir al cristo, al pao de açucar y, en definitva, hacer todo lo que un turista haría en Río de Janeiro. Sin olvidarnos de la playa, claro.

Para ya, al final de la semana que viene, terminar de montar el festín que estamos preparando para Nochevieja. Becarios de Santiago de Chile, Brasilia, Sao Paulo, Buenos Aires y Bolivia dependen de nosotros para ello. Un concierto de los Black Eyed Peas gratis en la playa de Ipanema englobado en un festejo de fin de año celebrado a nivel global (http://nokianewyearseve.msn.com/) será el lugar de fiesta elegido para reunirnos todos.

Pronto habrá más noticias. Tengo que subir fotos de la comida de navidad y de la cena con los del Capoeira (por cierto, ya tengo pantalones de Capoeira!!).

Saudaçoes!

Pedrao

20 diciembre 2006

Ya tengo bici

No lo conté en el anterior post, pero el sábado por la mañana me llegó la bici. Está bien chula. Vamos, muy buena no es (baratucha y típica), pero para que me dure un año supongo que sí que dará (o hasta que me la roben :S).

Ayer la estrené. Fui a una gasolinera a inflarle las ruedas y a dar un primer paseo. La rueda de atrás se va frenando un poco; tengo que tocarle ahí un poquito los frenos.

Es roja y azul [del Barça??] y se la ve tan nuevecita :D. Tan feliz. José Antonio se está viniendo a currar en bici todos los días. Se puede perfectamente, porque como ya dije, hay carril bici todo el rato hasta el curro. Y encima la mayoría del tiempo es por la playa de Copacabana, así que es un paseo estupendo. Pero aún así no sé si lo veo, porque está haciendo muchísimo calor y, conociéndome, voy a llegar al curro hecho un chorrito.

¿Para cuándo vestuarios y duchas obligatorios en las oficinas?

No sé... lo iré viendo.

Es que ya se ha destapado. Hasta la semana pasada aún no me creía lo del calor. Mucha nube siempre me hacía pensar que, por mucho calor que hiciese, si estaba nublado al menos algo lo relajaría.

Sin embargo llevamos ya una semana sin ver la más mínima nube y, como ya dije, la forma con la que pega el sol aquí sea la hora que sea es algo que en España no se ha visto. Ya pasó el otro día en la carrera, que eran las ocho y creía que me derretía. Pero es que ayer y hoy la cosa va a más y, como digo siempre, no es verano todavía. Esto va a ser el mismo infierno.

Ayer nos hizo una visita un antiguo becario de la oficina. Hoy el tío es empresario y tiene una correduría de seguros. No sé qué tal le irá al colega, pero suena de puta madre eso de la correduría. Así que salimos un rato por Ipanema. Cenamos y bebimos en un sitio que se llama “Sindicato do Chopp”. La palabra Chopp significa Caña (de cerveza). Fui en bici :D.

Hoy es la comida de Navidad de la oficina. He de agradecer a la mayoría de los lectores de este blog, sin cuya contribución mensual a las arcas del Estado no podría pegarme el pedazo de churrascazo que nos vamos a meter detrás de la corbata. Ahí nos cambiaremos los regalos del amigo invisible. Pero no veas la tarde que me espera luego. A las 19h, clase de portugués en casa. A las 20:30h, direitinho para el mercado “ipi” (hippie) que hay debajo de mi casa, donde ayer me prometieron que me conseguían la camiseta de la selección española aunque fuese falsa. Todo ello para a continuación, a las 21h, directo al gimnasio a Capoeira y a cambiarnos los regalos del amigo invisible de Capoeira (espero que me hayan conseguido la camiseta de la selección, porque si no, estoy sin regalo).

Y todavía tengo que hacer unos ejercicios de portugués para la clase de esta tarde. Qué pereza.

Ya seguiré escribiendo

Saudaçoes

PC

18 diciembre 2006

51’ 56”

Fue mi marca en la carrera de ayer por la mañana. A 5’ 11” el kilómetro.

Era la primera vez que corría en una carrera popular. Bueno, no sé si ésta era una carrera popular o qué, porque se supone que forma parte del calendario internacional de los juegos panamericanos o qué sé yo. En realidad, para hacer una marca buena y tal, ya estaba el pelotón de élite, donde corrieron unos cien tíos que tuvieron que presentar una marca homologada este año de menos de 31’ o así.

Pero me lo pasé muy bien en la carrera, que era de lo que se trataba. Estaba todo muy bien organizado. El sábado fui al gimnasio a por el “kit”. Ahí triunfé, porque me dieron dos camisetas de estas de licra para correr. Ahí todo profesionales. Superfresquitas y sin mangas y tal. Una de ellas me la otorgaba el gimnasio (que se supone que era el equipo con el que corría). Verde. Muy fea. Y la otra era la oficial de la carrera. Blanquita y llena de publicidad (típico). También me dieron un chip que había que atarse a los cordones de las zapatillas y que valdría para contabilizar mi tiempo exacto.

Datos y resultados:
- Hubo unos 5200, aunque sólo aproximadamente 3000 terminamos la carrera.
- Mi dorsal era el 2589.
- Quedé el 649º del total de participantes.
- Dentro mi categoría (Masculino / 25-29 años), quedé el 91º de 314.
- Dentro de los aproximadamente 55 participantes que corrían en mi mismo equipo (A! Body Tech (mi gimnasio)) yo quedé el 5º (ésa sí que es buena)
- Una mujer de 58 años, Sonia de Oliveira da Silva, hizo un tiempo de 49’ 12”.
- Un tío de 79 años, Francisco do Carmo de Oliveira, hizo mejor tiempo que yo: 49’ 26” (flipa!!)

Mola que todo esté tan atado y bien atado. Dejo aquí el link a la página de la carrera. Hay que hacer click en Resultados.

En lo que a mis sensaciones se refiere, un poco chungo. Aunque era a las ocho de la mañana, hacía un calor de morirse, con lo que se hizo bastante dura la carrera. Sobre todo entre los kilómetros seis y ocho. A mí lo que me molaba era lo de que cada aproximadamente kilómetro y medio hubiese un típico puesto de esos donde los organizadores dejan botellitas de agua... y tú las abres y te las echas por encima y tal. Yo en cada puesto cogía dos o tres. Igual perdía un poco de tiempo, pero después lo recuperaba claramente, ya que echarte agua por encima te aceleraba un poquillo.

Y al final muy emocionante, con bastante público y ahí gritando y aplaudiendo. Mola.

Al terminar la carrera, un par de manzanas, un par de plátanos, agua a mansalva y para casa.

Muy guay en definitiva la experiencia. De hecho, el veinte de enero hay otra carrera popular de éstas. Veré de que tipo es y si puedo me presento también (aunque si ayer hizo calor, no quiero pensar lo que va a ser el veinte de enero).
¡Ah! Y luego me han hablado de otra carrera que hay más adelante, por abril o mayo, que es una maratón por equipos. La cosa es buscarte un equipo de dos, cuatro u ocho participantes y correr la maratón por relevos. La profesora de portugués, su novio, José Antonio y yo somos un equipo provisional de cuatro. Aunque si encontramos otros cuatro más, nos apuntaremos en un equipo de ocho, que la fiesta posterior dará para más :P

Sólo hablo de esto hoy. Ya contaré qué tal el finde. Aunque, quitando eso, no ha dado para mucho más.

Saudaçoes

PC

15 diciembre 2006

Fotos del viaje a Buenos Aires.

Foto general de los que fuimos al concierto de Calamaro y Rot. De izquierda a derecha:

Sara: amiga madrileña que estaba casualmente en Buenos Aires y con la que hice por encontrarme (llevábamos como dos años sin vernos en Madrid tenemos que ir a encontrarnos en Buenos Aires).

Juan: su novio.

Irene: una amiga madrileña de Sara que, también casualmente, pasaba unos días de vacaciones allí con sus padres.

Yo: (v. http://olhaquecosamaislinda.blogspot.com)

Amanda: amiga de siempre de la familia (y, por ende, mía). Siempre que vamos a Buenos Aires, donde nos quedamos es en su casa.

Pedro: un amigo de Amanda.



La siguiente foto es para demostrar la de lluvia que nos cayó. Esto es a la media hora de comenzar el concierto, aproximadamente. En ella, Pedro (el otro) y Amanda entre la sorpresa y el escepticismo ante la situación atmosférica en pleno concierto.



Amanda y yo, antes de empezar el concierto



Amanda y Anita, su hermana, en el tren de cercanías volviendo de El Tigre.



Aparte de las fotos, comentar un par de cositas.

¡Me he comprado una bici! jeje... Mola. José Antonio hablaba de comprarse una bici desde que llegamos. Por fin, la semana pasada se compró una por internet y ayer se la trajeron. Mola, porque Rio da perfectamente para moverse en bici. Hay bastante carril bici, lo cual es imprescindible dada la locura del tráfico en la ciudad. A ver si me la traen pronto. La idea es que para moverse por las tardes, siempre que haya que ir a algún sitio, utilice mi nuevo modo de locomoción :D. Por ejemplo, cuando vayamos a la playa de Ipanema, que queda como a 20 minutos andando. O incluso si vamos a tomar algo alguna noche, normalmente también por el barrio de Ipanema, pos tres cuartos de lo mismo. Algunos becarios de otros años han utilizado bicicleta y les ha ido bien. Al final de la beca la venden y listo.

Más cosas: este domingo es la Corrida Panamericana. En contra de los que muchos piensan, es la carrera popular a la que me apunté el mes pasado en el gimnasio. Praia de Flamengo. 10km. Esta semana ya he corrido esa distancia dos veces. Martes y jueves. Así que no creo que tenga mucho problema para volver a correrla el domingo una vez más. Aunque lo bonito sería hacer un tiempo más o menos bueno (para mí). Yo qué sé... me conformo con hacerlo en 50-52 minutos. Pero en realidad ni idea... porque nunca me he medido en una distancia tan grande (repito, para mí). Así que igual luego hago 55 y tan felices... o 45 y lo flipo. :D

Nada más

Saudaçoes

PC

13 diciembre 2006

Amigo oculto.

Aquí, como en España, es típico hacer el tema este del amigo invisible. Sólo que aquí se llama Amigo Oculto. El caso es ese, en cada grupo de amigos, compañeros de trabajo, gimnasio, etc... se organiza uno.

Así que yo tengo tres.

Uno, el del trabajo. Tan claro y tan obvio como cualquier otro amigo invisible. Papelito y zas, ya tienes a quien regalar. Fácil.

Otro, bastante más curioso, el de los Becarios ICEX. Me explico. Entre todos los becarios de informática que estamos repartidos por el mundo en las oficinas del ICEX, nos hemos organizado para organizar un sorteo por internet. Así, cada uno recibió un mail con el becario del país X que le había tocado. Y la broma se trata de enviar físicamente un objeto típico de tu ciudad/país a la ciudad de tu amigo invisible. Mola también. Me gustaría decir quién es aquí mi amigo invisible, pero no lo haré, que aquí entran unos cuantos y paso de desvelar el secreto.

Por último, uno que me ha pillado hoy de sopetón. En el grupo de Capoeira. Me han preguntado si quería participar. He dicho que sí. Pero no sé por qué... cuando me ha tocado coger mi papelito (tirar meu papelzinho) y he mirado el nombre, ni idea de quien era el que me había tocado. En realidad me consuela saber que estamos varios igual, ya que no soy el único nuevo. Pero aún así, tuvo que ser un poema acercarme al profesor al final de la clase para decirle que me enumerase uno a uno a cada alumno de los que por allí se estaban preparando para salir. En fin, ya sé quién es. Y, claro está, no sé qué regalarle.

[Llevan un rato sonando tiros. Esto me da mucha curiosidad, porque suenan muchas noches. Pero luego el periódico no habla nada de ningún tiroteo cerca de mi casa o algo así]

El viernes es la fiesta de la academia de portugués. Será en el barrio de Gavea. Puede molar, ya que conoceremos a mucha gente que estará como nosotros; desde hace poco tiempo aquí y aprendiendo portugués. En un momento dado, hasta conocemos a algún español más de la pequeña comunidad que somos :S.

Ya llevé a revelar las fotos de Buenos Aires. Como me temía, del concierto no salió ninguna. Quiero decir del escenario. Nosotros sí que nos tiramos algunas allí bajo la lluvia. Qué espectáculo. Mañana las llevo al curro, las escaneo y las subo al blog.

Espero que Alvarito solucione sus problemas con el correo electrónico, porque menudo susto nos ha dado hoy. Alguien que debe ser muy listo se ha metido en su cuenta de correo y ha escrito en nombre de Alvarito que él y Melisa iban a ser padres de trillizos y que se iban a Londres a que ella fuese tratada por un especialista. Para más inri, que se casaban en julio. El mail supercreíble. Con un montón de datos que lo hacían parecer real. Una inmediata llamada desde el curro a su móvil con las piernas temblando y la voz débil ha permitido desmentir los hechos. Uf!! Qué fuerte, ¿no?

Nada más por hoy.

Saudaçoes

PC

12 diciembre 2006

Mi Buenos Aires Queridooooooo (o algo así decía la canción)

Ya es martes. Me hubiese gustado escribir ayer todo lo que hice en el nuevo fin de semana argentino. Pero ayer no daba. Estaba muerto. Me había levantado a las dos y media de la mañana después de haberme acostado a la una y pico. A las tres me pasaba a buscar un coche por donde me estaba quedando para llevarme al aeropuerto internacional de Buenos Aires (Ministro Pistarini, Ezeiza).

Después de un vuelo supermatante con tres horas de sueño inconciliable y generador de un dolor de cuello bastante chungo, llegué a Río. A tiempo. Pasé por control de pasaportes, control aduanero y en un segundo estaba negociando ya con el taxi. Imposible; no bajan de 45 reales los cabrones.

Y de ahí directo para el curro. Llego. Muerto de sueño. Abro la maleta para ponerme el disfraz de trabajo. ¡Mierda! No me llevé zapatos. Lo mismo da, me pongo los pantalones de vestir, la camisa y ¡¡las zapatillas de deporte!! ¡¡Blancas!! Menudas pintas. Pensé bah, no pasa nada, hay días que el jefe ni sale de su despacho; no tiene por qué verme. A los cuatro segundos suena el teléfono. El jefe. Pedro, pasa por mi despacho. Jejeje. Bah, digo de perdidos al río, voy a ver qué quiere. Entro en su despacho. Su mirada fija en mis zapatillas de esquimal. Parecía un pingüino. No era para nada. Que qué tal en Argentina y poco más. Le digo, para apaciguar posibles ánimos enervados dada mi vestimenta, que he traído alfajores de Argentina, que si quiere uno. Lo acepta de agrado. Buen rollo :D.

Horas antes, en Buenos Aires...
[entre una multitud enfervorizada y bajo una leve lluvia]
NO IMPORTA EL PROBLEMAAAAAAAAAAAAAAA, NO IMPORTA LA SOLUSIÓOOOOOOOOOOOON, CHAN CHAN CHAN! ME QUEEDO CON LO POCOOOOOO QUE QUEDAAA ENTEEERO EN EL CORASOOOOOOOOOOÓN, CHAN CHAN CHAAAN!! ME GUUUSTAN LOS PROBLEMAAAAAAS, NO EXIIIISTE OTRA EXPLICASIÓOOON, EEESTA SI EEES UNA DULSEE CONDENAAAAA, UNA DULSEE RENDISIÓOOON!!

No sabía si era la lluvia o el sudor el que me hacía estar calado hasta los huesos. Creo que al principio el sudor, porque hacía calor; pero poco después la lluvia, porque hacía frío. Nada importaba. Estaba en mi salsa. O debería decir en mi rock. A pocos metros, Andrés Calamaro y Ariel Rot, la mitad de los Rodríguez. Diez años después. Diez años después de aquel concierto en Mérida. En esta ocasión, las esposas sólo me ataban a diez años de compromiso con aquella música. En efecto, soy distinto de aquel, pero casi igual. Por esa razón nunca había dejado de escucharla. Otros me decían, acho, cambia de repertorio, a ver si escuchas algo más. Yo no podía y no quería. Sabía que tendría mi recompensa. Esa recompensa estaba el domingo por la noche ahí cerca de mí. Delante de mis ojos.

Empezó a las nueve y cuarto de la noche. Con Canal 69. Para que no hubiese dudas de qué concierto estábamos presenciando.

Siguió con El Salmón, para hacer homenaje a la camiseta que me había puesto, que no formaba parte ni de cerca del merchandising de Andrés Calamaro, pero que tenía la palabra Finland con forma de dicho pez. Me la había traído mi hermana del viaje que hizo este verano pasado por tierras nórdicas.

Y qué te voy a contar que no sepas... mi enfermedad, buena suerte, engánchate conmigo, sin documentos, mucho mejor, me estás atrapando otra vez, para no olvidar... Todo ello bañado con flaca, me arde, baile de ilusiones, ahora piden tu cabeza, te quiero igual.

Encima, el grupo de siempre de Calamaro, todos los conocidos por los que siguen sus giras en solitario. Aparte de Ariel Rot, Ziro Fogliatta, Candy Caramelo, El niño Bruno y Tito Dávila. Muy bueno.

Para terminar, Paloma, y el estadio viniéndose abajo. Justo en el momento del último redoble de la batería, la lluvia se convertía en tormentón de verano de los que sólo he visto en Argentina. En Brasil no existen así. Y teníamos un kilómetro hasta el coche. El estado en el que llegamos al coche era un estado líquido. Como digo, todo daba igual. Eso sí, la escena de poner las zapatillas junto al horno a fuego lento para que se secasen a tiempo para el viaje, no tiene precio. La camiseta, hoy martes, sigue mojada (llueve en Río estos días y no ha dado tiempo a que se secase).

Ni un pero. Bueno, uno. Faltó palabras más, palabras menos. Pero daba igual. Muy buen humor, buen rollo. Hubo que parar el concierto cinco minutos para que la primera fila de instrumentos se pudiese echar un poco para atrás. Se supone que para que no se mojasen mucho por la lluvia.

Horas antes nos comíamos un asado argentino en Tigre, una zona fluvial junto al delta con el que desemboca el Río de la Plata. Cuatro euros por cabeza y coma todo lo que pueda. La bebida aparte (estaría bueno). La carne exquisita*. Tiernísima. No se ve eso en otros sitios (me refiero a carne de vaca, claro). Ni en Brasil, con perdón, donde se presume de lo contrario.

*[¿He dicho que en portugués “exquisito” significa raro, turbio, chungo? Cuidado cuando un portugués te invite a cenar, sugiero]

La noche antes en la misma zona nos tomábamos una cerveza a orillas de uno de los afluentes que dan al delta. Quilmes, claro.

Y la tarde antes, visitábamos el centro de Buenos Aires. Lo que dan a llamar Capital Federal. Hice el chequeo de la Plaza de Mayo, el Obelisco, la 9 de Julio, la Plaza de San Martín. Todo llegando y saliendo desde la también monumental Estación Retiro. Todo igual y en el mismo sitio. No han movido nada de lugar y todo sigue teniendo el mismo tamaño y color. Así que con las mismas, nos volvimos para Victoria, barrio donde vive la familia que con gran cariño me acogió.

Con ellos muy bien. Como siempre, charlas infinitas con alegrías y tristezas; aventuras y desventuras; suertes y problemas; novios, novias, amantes y amantas de unos y otros. Acompañado de juegos de cartas, dados y demás entretenimientos. Peleas para ver quién paga cada acontecimiento, cada cena, cada alfajor. Muy chulo y típico en general :D

Me compré una cámara desechable de 27 fotos. No las gasté todas. Cuando las revele (o rebele), escanearé alguna y la pondré por aquí.

Mientras tanto, tengo algunas otras que seguía debiendo al blog.

Todos en la oficina en el cumpleaños de Vicky. Sólo falta Betinho, que sacaba la foto.



Otra un poco más antigua, de cuando vinieron los de Sao Paulo. La playa de Ipanema en su plenitud.



Ah, sí, y una que me llena de emoción y demuestra que no miento :p



Nada más por hoy.

Saudaçoes

PC

08 diciembre 2006

Qué nervioss

Menudo día estoy teniendo aquí sentado en la silla en la oficina. Con miles de cosas "extraescolares" que hacer. Organizar viajes de unos y otros. Organizar la venida de Aurora. La Navidad. El año nuevo. El Carnaval en Bahía. Pensar en deshacer la maleta del viaje del fin de semana pasado para justo a continuación volver a hacerla para el viaje de este fin de semana.

Y encima con algo de trabajo.

Todo esto soportando la necesidad a la que me obliga este estado de frenesí de salir al balcón del curro y gritar fuerte alguna canción de Los Rodríguez ante la potencial atónita mirada del brasileiro que esté pasando por la acera en ese momento.

En fin... nervios nervios y nervios... hoy me voy a Buenos Aires. Llegaré muy tarde. Me estarán esperando allí. Mañana por la mañana bajaremos a Capital Federal a retirar las entradas del concierto, que ya están pagadísimas y corroboradísimas en la página web donde me las compré. Musimundo, c/Florida, 770.

También está mirado y remirado el tiempo que hará el domingo por la tarde. Sol a saco. Espero que no se equivoque.

Luego me compraré una cámara de fotos de estas desechables. No puedo dejar de sacar fotos del gran evento.

Hablando de fotos... tengo pendiente poner varios grupos de fotos... se me acumula el trabajo. Pero no va a poder se ahora, que tengo que salir pitando de casa a re-hacerme el carné de estudiante, que se me perdió y luego directo a casa y al aeropuerto.

Qué nerviosss, repito.

El lunes si puedo contaré qué tal me fue en Bs As.

Saudos!!

PC

06 diciembre 2006

Se ha pasado el profe de Capoeira hoy.

Tengo las piernas como dos boniatos. Y el boniato como una patata. Dor muscular a saco. Me ha molado, sin embargo la clase de hoy. El sábado hay una graduación o algo así, que consiste en que a uno de ahí de las clases se va a consagrar como capoeirista. Algo así como que va a tomar la alternativa. Pena que no voy a poder ir; ya que estaré en otro país. Cuando estábamos en corro, más o menos ha ido preguntando a cada uno si íbamos a ir o no. Cuando ha llegado a mí, como no se sabe mi nombre, me ha nombrado "Gringo". Jejeje... me ha hecho gracia. Me mola ser el gringo de la clase de capoeira. Soy el guiri, por decirlo de otra forma.

Por cierto, hoy había uno de los alumnos que se había llevado una cámara. Le he pillado el mail. A ver si me manda alguna foto y la pongo por aquí. Desafinaré totalmente, ya que allí quien más quien menos lleva ya el uniforme (pantalón y camiseta blancos). Y yo sigo yendo con mi pantalón corto de deporte y la camiseta que pillo antes de salir para el gimnasio. Tengo que hablar con el profesor para que me diga un sitio bueno y barato donde comprarme el uniforme.

Hoy, igual que en España, ha sido fiesta para los de la oficina. Así que ayer salimos. Fuimos por primera vez al barrio de Leblón - en lo que a salir de farra se refiere. Es uno de los más pijitos de Río. No en vano, estuvimos en un bar que nos costó veinticinco reales entrar, algo así como ocho euros y pico. El lugar no estaba mal, pero era un sitio estándar típico de los que podría haber en Madrid o en Badajoz. En cuanto a la música, la gente, el ambiente y todo en general. Un calor de morirse allí dentro. Música de todo tipo. Electrónica, House, Funky, Latina, MPB (música popular brasileira) y Samba. Para mí no estaba mal, aunque sí que hubiese repartido los minutos de cada típo de música de otra forma: muy poca samba nos tocó oir y bailar. Fuimos José Antonio, Dani, Flavia, que es una amiga de Dani y compañera de trabajo que se suele venir muchos días también a domir a casa y yo.

Hoy nos hemos despertado a las mil. Bueno, yo a las diez y media tuve que ponerme en pie para recibir al fontanero, que cambió un tubo que da entrada de algo al calentador. Vamos completando pasos, ahora sólo falta cambiar el calentador e instalar la bomba de agua. Pero vamos, que eso, que luego seguí durmiendo hasta las dos y media de la tarde.

Y después directos para la playa. Estaba nublado, pero daba para ir. Pero al cabo de una hora de estar allí, en un abrir y cerrar de ojos se puso a diluviar y tuvimos que salir corriendo hacia soportales cercanos y un kiosko. Es la segunda vez que nos pasa.

Dicen los compañeros de trabajo que soy yo el que traigo el mal tiempo. Este fin de semana pasado, cuando estuve en Argentina, ha sido el más caluroso desde que estamos aquí. Pero cuando volví, el lunes, volvieron otra vez las nubes. Espero que este fin de semana, que vuelvo a salir del país, no haga bueno, porque voy a empezar a pensar que va a ser que tienen razón.

Por cierto, una cosa que se me olvidó contar en el último post. Algo que me llamó mucho la antención en la televisión argentina. Resulta que ahora mismo se está deciciendo el campeonato de fútbol. El domingo es la última jornada y es Boca quien lo tiene a huevo para llevarse la liga. Pues bien, el domingo había dos partidos clave que ya podrían haber decidido el campeón: Belgrano - Boca y Argentinos Junior - Estudiantes. Al contrario que en España, donde los que la mayoría hacemos (exactamente los que no nos apetece gastarnos nosecuanto en ambos partidos en el ppv) es sentarnos junto a una radio a escuchar Carrusel. En Argentina, en lugar de Carrusel, si no has querido comprarte los partidos de la tele, lo que tienes es no sé qué canal que retransmite los partidos enfocando todo el rato a la grada. No tiene los derechos de retransmisión de las jugadas y los goles, pero la gente ahí se queda embobada mirando a las aficiones mientras que el comentarista de turno va narrando todo lo que pasa. Entonces de repente algún equipo mete un gol y, lejos de enfocar el gol y poner la repetición etc... la cámara se queda ahí fija enfocando la celebración de la hinchada del equipo goleador.

Están locos estos romanos.

Mañana en la oficina pongo alguna foto más de los compañeros. Es que el viernes Vicky celebró su cumpleaños con una tarta y tal y Renato, que siempre se lleva su cámara al curro (es como un niño con los zapatos nuevos) estuvo echando algunas fotos por allí.

Pero por hoy nada más, que es tarde y quiero irme a la camita.

Saudos!!

PC

04 diciembre 2006

Segunda visita a Córdoba.

Un poco más corta que la anterior, esta visita me ha servido para añorar más y más la posibilidad perdida que tuve de que me diesen la plaza de Buenos Aires.

Por supuesto, estoy muy muy contento con Rio de Janeiro. Creo que objetivamente pocos destinos lo podrían superar, pero mi destino mejor era sin duda Buenos Aires. Si me hubieran dado la capital rioplantense podría haber visitado a mi familia cordobesa mucho más de lo que a fin de cuentas voy a poder. Y lo pienso lógicamente porque un fin de semana con viajes de avión de por medio aprovechando hasta el último segundo, con bronca incluida del jefe por llegar tarde hoy lunes a trabajar, da para muy poco.

Y eso que aún no se ha dado un dilema [joder, qué fuerte, está sonando un tiroteo por ahí por la calle] en el que, cuando venga algún puente o fin de semana largo, tenga que decidir entre irme cuatro días para Córdoba o a algún lugar al sur o al nordeste de brasil. Cuando tenga que escoger entre la familia, a quien tengo que aprovechar para ver ahora que está cerca y esta posibilidad única de conocer un país tan chulo como éste.

Pues eso, el viaje en sí, muy chulo. Como siempre, haciendo vida en casa de los abuelos como cuartel general de descanso y aprovisionamiento alimenticio entre visita a alguien y visita a algún otro. Como acto central, como siempre, sábado por la noche de gran fiesta primil, con el cumpleaños de mi primo Pau como telón de fondo. Muy curiosa la situación, porque puedo asistir a pocos cumpleaños de mis primos, pero cuando estoy, me siento como en casa, recordando y reconociendo a la mayoría de sus amigos. Aderezado todo ello con los irrisorios precios que se pagan por cada artículo de consumo etílico. Daba para invitar a todos a una ronda gastándote igual 8€ (estamos hablando de 5-6 copas).

Luego muchos planes. Planes para ser visitado por familiares de todo rango e índole. Ojalá se hiciesen realidad aunque fuese el 50%. Significaría que tendría a primos/as y tíos/as visitándome en Río de Janeiro en algún momento de la duración de la beca.

A ver, por aquí tengo una fot de la otra vez que fui a Córdoba. Cuando estaban allí mis padres y mi hermano. Salimos en una escalera por orden de menor a mayor, mi primo Juan Francisco, mi prima Milena, mi hermano Nacho y yo. Sé que no es una foto nada apasionante, pero a mí me hace ilusión ponerla en el blog.



En fin, nada más en cuanto al periplo argento.

Confirmar que pasaré la primera mitad del Carnaval en Salvador de Bahía. Tengo ya el billete de avión. Me falta todo lo demás. Me apetece un montón. No sólo estaré de fiestas, aprovecharé también para visitar lo que es la propia ciudad, que dicen que es espectacular. Así como sus playas, que tres cuartos de lo mismo. Soy el único que ha confirmado junto con Raul, el informático de Sao Paulo. Pero según últimas informaciones, se van a unir los de Brasilia y el resto de los de Sao Paulo. De los de Río ni hablamos :P.

Y otra. No he acabado de llegar de Argentina, pero ya tengo que hablar de la que se viene este próximo fin de semana. Los Rodríguez en concierto en Buenos Aires. Snif... sólo de pensarlo ya se me cae la baba. No es tan así, no son Los Rodríguez (faltaría más gente), pero sí que son su núcleo principal y sí que está así siendo pintado de esa forma, según visitas a varios foros en los que todo el mundo está como loco por revivir en vivo las canciones más emblemáticas del grupo de la mano de sus dos principales creadores: Andrés Calamaro y Ariel Rot. Ains...

Eso será el domingo, como colofón a un fin de semana no menos espectacular que me espera en Buenos Aires, con fiestecita, por qué no, el sábado por la noche, donde me saquen las anfitrionas de allí (amigas familiares de toda la vida).

El miércoles SÍ celebramos el día de la Constitución en la oficina, con lo que mañana martes igual toca hacer algo... digo yo.

Saudos!!

PC

01 diciembre 2006

Qué buen rollo de semana en el curro.

Tengo un jefe que mola. Eh! y no lee eso (o al menos eso creo). Así que no lo digo por hacerle la pelota.

Yo creo que si a un jefe le tratas con confianza y seguridad, le molas. No sé. Y si le tienes respeto y haces tu trabajo, pues mejor que mejor. Y, al menos hasta ahora, mi relación con el jefe de la oficina es muy buena.

Ha habido cesiones por parte de ambos para hacer y conceder cosas. Por ejemplo, haberme quedado trabajando algún viernes por la tarde por necesidades del trabajo se ha visto recompensado con flexibilidad en la vestimenta y en los horarios.

Lo primero que nos dijeron en la oficina fue que era obligatorio llevar corbata. Después de un mes de estar llevando corbata y estar un poco cansado de la misma, empecé a darme un poco a la desidia. Por ejemplo, comencé a sólo tenerla en el trabajo y ponérmela al llegar. Pero poco después pasó que llegaba a la oficina y se me olvidaba ponérmela.

Un buen día de esos que no me ponía la corbata (por puro olvido), el hombre me llamó a su despacho. Además de decirme alguna cosa del trabajo que ahora no recuerdo, me preguntó a ver por qué ya no me ponía la corbata. Que recordase que eran las normas de la oficina. Que imaginaba lo que yo pensaría, pero que tuviese en cuenta que era un esfuerzo pequeño y era algo que había que cumplir "porque al capullo del jefe se le había antojado". Todo esto con el semblante serio.

Jeje... yo, lejos de soliviantarme, le dije que para mí era muy costoso traer la corbata todos los días. Que no le veía sentido, que era el informático. Que era el primer trabajo en el que había tenido que llevarla. Se lo decía de buen rollo. Con una sonrisa en la boca. Y con el mayor respeto. Pero la última frase que le dije también hizo que él pasase a tener el mismo semblante que yo, mucho más desenfadado: "Francis, que me digas que traiga la corbata cada mañana es lo mismo que me digas que te ponga un billete de cien reales encima de la mesa todos los días". Se rió.

Así que comenzó una conversación mucho más distendida de todo un poco. Contándonos la vida de unos y de otros, de anteriores becarios, de la novia, de la mujer. Cada vez de mejor rollo.

Después de veinte minutos de charla, le dije "Bueno, volvamos al tema. Si quieres, aunque me va a joder, me pongo la corbata. Pero que eso, que te voy a dejar a ti la decisión". Él me miró con un ápice de duda, pero inmediatamente me dijo "Va, venga, no hace falta que te la pongas, que me has hecho gracia".

Gran triunfo.

Hoy ha sido otro día muy chulo con él. He entrado en su despacho para hablar con él de un trabajo que me mandó hacer. Cuando terminamos de hablar de se tema, le empecé a pedir cosas. De buen rollo, pero yo tenía un poco de miedo, ya que objetivamente parecía pedirle bastante. Este fin de semana y el que viene voy a Argentina. Ambas veces, voy a volver cogiendo (o, dado el caso, tomando) un vuelo de vuelta de madrugada que me va a hacer llegar ambos lunes un poco tarde. Él ni se lo pensó. Me dijo que no me preocupase, que no habría problemas. Que tratándose de algo como un viaje no tenía por qué hacerme problemas. Sólo me dijo que si había cualquier problema con el avión (retraso, etc...) que directamente me lo descontaría de las vacaciones y ya está. Pero vamos, eso es bastante comprensible. Lo mismo exactamente para los dos lunes.

Y ya de paso, él mismo va y me dice: "Bueno, hablando de vacaciones, que lo que he pensado es que seguramente os daremos dos o tres días en Navidad". Si había algo que no me gustaba de este trabajo, eso era los pocos días de descanso que teníamos. Y, qué grande, nos va a dar días festivos en Navidad. Qué alegría me ha dado. Sobre todo porque viene Aurora toda la semana de Navidad, y no me gustaba la idea de tener que ir a trabajar el 26, 27, 28 y 29 y dejarla a ella esperando en casa a que yo volviese.

Pues eso, que el tío es supermajo, parece. De hecho, me sorprende, porque mi antecesor no hablaba muy bien de él. Pero no alcanzo a un ápice de entender por qué.

Bah, eso, buen rollito.

Y eso, que este fin de semana voy para Argentina. Mañana a las nueve y cuarenta de la noche estaré subiendome a un avión que espero que no dé tantos problemas y retrasos como en el viaje homólogo que hice hace mes y medio a Córdoba. El plato fuerte de este viaje será la fiesta de cumpleaños de mi primo Pau, que suele cerrar algún pub para montarse un sarao bastante majo. Aunque sólo he estado en una de esas fiestas. Hace tres años, creo.

No sé si podré escribir antes del lunes.

Saludos!!

PC