Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

09 abril 2007

Fin de semana largo y completito

Mucho deporte, naturaleza y algo de fiesta han regido la tendencia del finde.

El jueves salimos a dar una vuelta. Finalmente sí fuimos al cumpleaños de la amiga de Cristiano. Una discoteca bastante pijilla en el centro de la ciudad. Importante resulta que se equivocaron al cobrarme y terminé no pagando entrada en la misma. Así que sólo pagué lo que bebí, que apenas fueron tres caipirinhas. Cuando cerró nos fuimos para Lapa, donde simplemente nos quedamos en la calle tomándonos unas cervezas. Al final, muy al tran tran, se nos terminó haciendo de día y volvimos para casa.

Pero al día siguiente hubo plan de playa, Ipanema, desde tempranito. No me la quería perder, así que con todo el sueño, a las doce o así me planté allí. Estaban Chechu, Alejandro y María junto con el equipillo de Futvoley al que María está apuntada, así que nos quedamos allí mismo al lado de la pista viendo como jugaban. Yo no pude, porque era bastante gente y tienen prioridad los que pertenecen a la propia escuela. Pero bueno, sí que cogimos un balón de los que tenían y estuvimos dando unos toques en la playa.

La verdad es que es un deporte que, aunque no lo parezca, ver jugar a dos parejas que sepan de verdad, resulta muy espectacular. Y como estas playas son las cunas de este deporte, ves cada control de balón y cada virguería que piensas: ¿¿y éstos que hacen que no están jugando en la Champions League de fútbol en el equipo que les dé la gana??

Después Chechu y yo nos fuimos a jugar al tenis a Lagoa. Una vez más, fuimos a la aventura de ver si encontrábamos alguna pista libre que tuviese la red puesta. Y tuvimos una gran suerte. Había un padre y un hijo jugando con su propia red, y nos dijeron que podíamos seguir jugando nosotros cuando ellos terminaran. Al final, directamente estuvimos jugando a dobles con ellos.

Les pillamos el número de teléfono para llamarles algún día y así ir con alguien que tuviese red. Pero lo bueno a raíz de ese día es que hemos decidido comprar nosotros mismos una red. Ya hemos averiguado un poquillo y cuesta unos R$ 250, o sea, unos 90€. Entre todos vamos a tocar apenas a 12 ó 13€.

Estamos ya organizando hasta un torneo. Jeje... al que gane, el resto le invitan a caipirinhas.

Ese día ya estaba muerto y sólo dio para meterme en la camita y estar dormido a las once y media de la noche. Hasta había algún plan para salir tranquilos por Santa Teresa, pero recibí el mensaje cuando ya estaba soñando.

El sábado fuimos a una playa a la que nunca habíamos ido. Prainha. A una hora de Rio em coche. Bueno, a uma hora de donde vivimos, porque en realidad la playa sigue estando en barrios periféricos que aún se consideran dentro de Río de Janeiro (Barra, Recreio...). La playita, muy chula. Lo de siempre, montañas, selva y el agua limpita aunque, en esta ocasión, no transparente.

Volvimos y por la noche Chechu y yo volvimos a quedar para jugar al tenis. Esta vez no tuvimos tanta suerte y no había nadie jugando ni ninguna pista con red, pero para no quedarnos con cara de tontos al habernos desplazado hasta allí y tal, cogimos las bicis, las pusimos donde debería estar la red y al menos tuvimos una referencia para poder pegarle un poco a la bola. Lógicamente, no dio para jugar con puntos, pero sí que nos echamos un buen peloteo, con perdón.

Después del tenis, quedamos de nuevo para salir por Lapa. De nuevo, muy en plan tranqui. Salimos también con Marta, una becaria ICEX en Lima que ha venido aquí para pasar la semana santa.

Poco más. Simplemente el domingo fue de parasitar en casa: estuvo nublado y no apetecía ir a la playa. Pero por la tarde nos acercamos a la pista de fútbol 7 de Lagoa, de nuevo Chechu y yo, para ver si podíamos meternos en algún equipito. Estuvo muy bien, porque justo cuando estábamos jugando nosotros dos por primera vez en nuestros respectivos equipos y a la vez, se puso a llover a muerte, con lo que todos los que no estaban jugando se fueron y nos quedamos ya todo el rato los que sí estábamos dentro. Muchísimo cansancio de piernas al final del partido, pero nos echamos unas muy buenas risas.

La semana se presenta tranquila. Con todas las actividades de siempre. Bueno, no. Igual mañana voy a una clase experimental de percusión. Si me gusta, me termino apuntando y me hago el nuevo Carlinhos Brown... jeje

Saudaçoes.

Pedrão

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio