Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

06 febrero 2007

La playa como feria de comercio

Con el buen tiempo, el calor, los días largos y la jornada de verano llegan los días interminables de playa y los prolongados espacios de tiempo ocioso tirados a la bartola torrándonos al infernal sol del trópico. Creo que no he estado tan moreno en mi vida y la marca de ausencia de sol que me deja el sunga hasta me asusta y todo.

En España estás en la playa y lo normal es que de vez en cuando pase alguien con su neverita o su bandeja ofreciéndote la cocacola o las patatas fritas. Piensas “pobrecillo, la caminata que se está dando bajo el sol”. A veces hasta te da cosa no pillarle la latita de refresco.

Pues bien, ese remordimiento de conciencia en Brasil se te va de momento. A ver cómo lo digo. Posiblemente y sin exagerar ni un poquito, si en un momento cualquiera te da por levantarte y mirar a tu alrededor, hasta donde alcanza tu vista (pero sin hacer demasiado esfuerzo) ves a unas treinta y cinco o cuarenta personas que, como hormiguitas que se mueven por la tierra esquivando cada obstáculo con el que se encuentran, van barriendo la playa en busca de clientes que compren su mercancía. Cada uno con su grito de guerra para llamar la atención de los bañistas, los cuales, a su vez, acostumbrados a tan enorme oferta, pasan olímpicamente el noventa por ciento del tiempo.

Y el catálogo de productos es enorme, variopinto, sorprendente y hasta ameno. Normalmente, no hay día de playa que no descubras un nuevo producto que vendan por ahí. Y no estamos hablando exclusivamente de productos alimenticios (bebercio y comercio), sino también de otros artículos de disfrute para el hogar o complementos.

Comenzamos (ojo, que es largo)

Dato: 1 euro = 2,76 reales (aunque ha llegado a estar a 2,90, lo cual molaba bastante más)

Bebidas (en general) [Bebidas]
Es el más típico. El tío con su nevera con latas de cocacola, coca light, cerveza y las variantes de refrigerios típicos de aquí: Guaraná, Guaraplús y Guaravitón. Ah, y botellitas de agua. Normalmente a dos reales por refresco o agua.

Helado [Sorvete]
El segundo más típico. Típica neverita de helados con un tío que lleva el cartelito con todos los precios para que tú elijas el tuyo. Dos marcas predominantes: Italia y Kibom. El Kibom es el nombre que le ponen aquí al Camy, porque son exactamente los mismos (lo que en Portugal se llama Olá). Generalmente unos cinco reales el típico Cono grande o el Mágnum (É meu, só meu, tá?).

Carrito de helados [Barraquinha de sorvete]
En una tarrina (copo) o en un cucurucho (casquinha) te sirven hasta cinco bolas de helado. Siempre por un real en total (te pongas las bolas que te pongas). Ricardo con esto lo fliparía... se pondría tibio.

Mate con limón[Mate com limao]
Ya hablé de él. Consiste en un hombrecillo que va con dos barriles a los lados. Cada uno con 18 litros de, a un lado mate (la bebida típica argentina, sólo que bien fresquito) y limonada al otro. Te da un vaso y le dices que quieres mitad y mitad o sólo mate o sólo limón. Te abre el grifito de el/los barril/es correspondientes y ya tienes la bebida más refrescante y rica de playa alguna en el mundo en tu poder. Dos reales el vaso. Aunque hay varios tamaños y algunos te vienen con un vaso un poco más grande o un poco más chico diciéndote que son tres o un reales respectivamente. En este caso, el tamaño importa, porque me ponía yo una piscina de esta bebida tan buena.

Queso Cualho a la brasa [Queijo Qualho à brasa]
Un tipo de queso que sólo he visto aquí. Tiene algo así como una textura esponjosa. El caso es que va un brasileirito con un minihornillo de brasas encendido en una mano (SÍ!!) y en la otra un par o tres de estos quesos pinchados en un palo preparados para ser puestos a gratinar en el horno. Vistos desde lejos, parecen un helado de esos Minimilk antiguos blancos que sabían a leche, creo recordar. Total, que le pides uno, lo pone ahí en el horno un minuto y medio aproximadamente. Te pregunta si quieres orégano y al momento te lo da todo gratinadito y gustoso. Muy bueno. Eso acompañado del mate con limón es lo que le dan sentido a estas playas (bueno, hay más cosas... pero que no se ponen en el blog... jur jur)

Gambas [Camarao]
Pasan hombrecitos con bandejas llenas de pinchos de un puñao de gambas hechas a la plancha. Vienen con su limoncito para quien le guste. Cada pincho son tres reales. Esto aún no lo he probado porque veo que están como demasiado al sol y cuando llegan a donde tú estás te da la sensación de que pueden tener todas las enfermedades tropicales juntas a modo de gambita pinchada en un palo. Pero bueno, ya caerá.

Pinchos de carne[Espetinhos de carne]
Aunque al parecer está prohibido hacer barbacoas en la playa, también pasan vendedores con un carrito con brasas y pinchos de carne recién hechos. También suelen tener salchichas grandes estilo Frankfurt. Cada cosa cuesta normalmente tres reales.

Maíz [Milho verde]
Consiste en un carrito donde hay una cazuela de agua hirviendo con mazorcas de maíz que se están cociendo en el momento (na hora). Muy ricas, porque en el momento que te las ponen les untan un poco de mantequilla (manteiga). Tres reales en la playa. Dos reales en cualquier placita o en el centro de la ciudad.

Empanadas árabes y kibis
Pasan hombres normalmente disfrazados con la típica túnica de hombre del desierto (¡¡menudo calor!!) con un cajón termoaislante donde guarda empanadas árabes - triangulares con la masa más o menos fina y del tamaño de una mano. En Argentina también hay. Rellenas, a elegir, de carne, pollo o queso con orégano. Los kibis son como unas albóndigas fritas rellenas de carne y cebolla salteada aderezadas con alguna especia de estas raras árabes. Muy rico. Cada cosa, tres reales.

Sándwiches
Caseros hechos en algún puestito cercano y repartidos por sus propios creadores. De todos los sabores y rellenos imaginables. Espinacas con maíz, carne, pollo con Catupirí (una queso cremoso o casi líquido), ricota con espinacas y un largo etcétera. Cada uno normalmente por cuatro o cinco reales dependiendo de la procedencia y de la pinta que tengan.

Algodón dulce[Algodao doce]
Como si estuviésemos en la feria, vendedores ambulantes pasan vendiendo algodón dulce de todos los tamaños y sabores. Ni me he molestado en preguntar cuánto cuesta.

Cometas [Pipas]
De vez en cuando miras al cielo y aparece volando algún superhéroe, animal o medio de locomoción. Son cometas que alguien en la orilla lleva esperando a que algún comprador se acerque y se quede con alguna. Ni idea de los precios.

Pareos [Cangas]
Otros son los hombrecillos o mujeres que van cubiertos por decenas de pareos al viento, cada cual más colorido o con dibujos más significativos de Brasil, Río de Janeiro, las playas, los monumentos, las montañas, etc... Aquí en lugar de toallas, lo que la gente se lleva son los pareos directamente. Y lo que se extiende y sobre lo que te tumbas es eso. Yo desde el principio tengo uno con la bandera de Brasil bastante chulo. Los vendedores empiezan diciéndote que veinticinco reales. Pero ya les dices que no eres turista, que sabes de qué va el percal y te los terminan bajando hasta diez.

Bikinis
Lo mismo pero con bikinis. Gran variedad de colores, pero sobre todo de tamaños. Aquí parece que juegan a ver quién es la que se lo pone más pequeño y tapando menos. Pero no es que yo me fije... a mí es lo que me han contado. No sé cuánto cuestan, pero me suena algo así como veinticinco reales.

Hamacas
Sí, también hay pavos que pasan vendiendo hamacas de varios tamaños. La verdad, es lo que menos he visto que se venda, porque lo veo muy poco práctico. Te dan ganas de decirle “pero vamos a ver, alma de dios, ¿dónde quieres que me meta eso?”. Y es que hay hamacas enormes

Estancos ambulantes, vamos a llamarles
Personas que van por la playa vendiendo todo lo relacionado con el tabaco y lo que no es el tabaco. Papel de fumar, tabaco de liar, cigarros, cigarrillos, mecheros, etc. Parecidos a estos, o al menos yo les encuentro una cierta similitud subjetiva dado lo poquito que me van a servir ambos, son los que van vendiendo estampillas de santos y de vírgenes.

Collares, pendientes y complementos tipo hippie-artesanal
Esto sí que lo ves mucho por España, solo que aquí, aparte de colocarse en los paseos marítimos o, directamente, en las ferias hippies, también pasean por la playa. No me he comprado nada con ellos, pero me suena que estas cosillas por aquí son caras.

Agencias de turismo
Representantes de agencias de turismo pasan constantemente con folletos de rutas turísticas y autobuses que se ofrecen para llevarte a los puntos de interés de la ciudad e, incluso, del estado de Río de Janeiro. Un paseo tipo por el Sambódromo, el Maracaná, El Pan de Azucar el Cristo y las Playas cuesta cuarenta reales. También los hay que traen flyers para fiestas que se organizan para fechas aproximadas. En general éstas no molan (o a mí no me molan) porque suelen ser raves o fiestas con música electrónica. Pero vamos, ahí quien quiera ir.

Me dejaré mil cosas en el tintero, pero he dicho lo básico, creo yo. Menuda procesión de vendedores ambulantes.

He recibido la invitación para la boda de Ricardo. Le voy a pedir permiso y, en un momento dado, hasta la cuelgo a modo de foto aquí :D.

A ver cuando subo unas fotillos de últimamente que tengo pendientes

Nos vemos

Saudaçoes

PC

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