Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

30 octubre 2006

La diferencia de clases.

En ningún lugar del mundo he visto una diferencia social tan grande como la que veo a diario en Brasil.

En la actividad de la calle, más o menos, todo el mundo va a su bola y todo el mundo es más o menos igual. Vas, vienes, haces tus compras, vas a la playa, haces deporte, etc... y si no te fijas en nada más, es como cualquier otro lugar.

Pero si te da por implicarte un poco más y observar la realidad social en la que vives, te das cuenta que en cuestiones de servicio, hay dos bandos claramente diferenciados.

Por un lado está el rico. Blanco o negro, aunque normalmente blanco. Carente de carencias. Cómodo, seguro, moviéndose en coche o en taxi. Trabajando en alguna oficina. Vistiendo en camisa. Yendo a fiestas con lista de admisión y pagando veinte o treinta reales para entrar. Por otro lado está el pobre, muy servicial y siempre, absolutamente siempre, negro. Su trabajo está siempre en servir. Él puede ser el conductor del taxi o del coche del rico, el que le abre la puerta cuando llega a casa o al trabajo, el que pone los productos de la compra dentro del supermercado, el que le trae las pizzas a casa, el que carga con las bebidas y los helados en la playa para que el otro no se tenga ni que mover, y un largo etc...

Pero la cosa no acaba en donde trabaje el rico y para qué rico trabaje el pobre. La cosa está en que si te fijas un poco más, hay una sensación constante, una costumbre totalmente mimetizada por los habitantes brasileños de que tal división es normal y que cada cual nace en una de las dos condiciones y que nunca se va a mover de ella. Y la cuestión está en que ese absoluto reconocimiento de esta realidad social está radicado tanto en el rico como en el pobre; asumiendo ambos como completamente normal que toda esa injusticia exista y tan injusto es, que da la sensación que se llega a ver que ven que es justo.

El rico debe tener su servicio. Todas las casas, pero no sólo las antiguas. La nueva construcción incluye todo un dispositivo arquitectónico que permite que esta diferencia de clases siga siendo como es. Así, cualquier edificio, sea nuevo o sea viejo, tiene un portal "social" y un portal "de servicio", un ascensor "social" y un ascensor "de servicio". Las puertas de las casas, que también son dos, el cuarto de servicio, que SIEMPRE existe con su baño propio y que siempre está detrás de la cocina. en fin, podría seguir enumerando detalles, pero creo que se entiende a lo que me refiero.

El caso es que a ti, como habitante de Río de Janeiro, te toca la obligación de, en tu vida diaria y en el trato con el resto de las personas, tener que ponerte en alguna de las dos partes, dándose en nuestro caso la lógica situación de que, como trabajamos dentro de una oficina y no tenemos que servir directamente a nadie, estar del lado de los "ricos". No nos queda otra.

Luego por supuesto está en ti comportarte o no como la mayoría de los ricos se comportan con la clase que les sirve. Hay una falta de respeto increíble con el trabajo de la clase servicial, siendo tratados constantemente como si fuesen un calado humano muy inferior al que le corresponde, esto es, al de personas normales y corrientes.

El otro día, cuando nos disponíamos Chechu y yo a ir a hacer surf, él se despistó y no se dio cuenta de lo que hacía, cometiendo el pecado de salir con la tabla de surf por el portal “social”, donde, como el resto de portales, lucía una impecable alfombra roja. Chechu pidió perdón al portero, que ya nos lanzaba una sarta de improperios a modo de consejos morales y vete a saber qué más, y nos fuimos mientras me explicaba que la comunidad no quiere que si se va en bañador o con tabla de surf o de cualquier forma que represente un hábito informal, se salga por el portal principal para que los vecinos no se tengan que cruzar en el ascensor con gente de tal guisa. Luego llegó lo bueno, cuando volvimos, Chechu sí que se acordó, y entramos por una puertecilla enana que está a cinco metros de la puerta principal social. De dicha puerta, donde Chechu tuvo que hacer malabares para conseguir entrar con la tabla sin que ésta se le cayese, bajaban unas escaleritas que iban a dar a unos pasillos donde se situaba la lavandería, los cuartos de limpieza, etc... Para más datos, dos cucarachas del tamaño de la tabla de surf corrían por el lugar como Pedro por su casa. Y ahí al lado, el ascensor de servicio, para que el rico nunca se tuviese que cruzar con el personal de servicio.

Bah, es sólo un caso... pero es que es así todo.

Y mucho racismo. Pero no racismo de meterse con los negros y tal, que eso también lo habrá, como en todos los sitios. Es racismo de asumir que son los negros los que llevan el papel de pobres y de ellos mismos por también asumirlo y quedarse con el trabajo servicial. Es mucho generalizar, pero hablas con cualquiera y es lo que te dice.

Ayer estuvimos en la playa. Muy tranquilos. (Un estrés que no veas) Nuevamente en la de Ipanema, donde las olas estaban más tranquilas que la otra vez que fuimos. Estuvimos Chechu, la francesa, la finlandesa, José Antonio y su novia. Parece que poco a poco vamos montando un grupito guay. Pena que no haya brasileiros, para aprender bien portugués, pero bueno, con la finlandesa, todos los demás nos vemos obligados a hablar en portugués, ya que ella no habla español :D. Algo es algo.

Seguiremos hablando.

Saudos!!

PC

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Precisamente dicen que la diferencia entre los países desarrollados y los demás es esa: la existencia de clase media. En España, por ejemplo, calculo que el 90% de la gente pertenece a la clase media.

Una duda que me asalta es que una vez leí que el 80% de los brasileños (el porcentaje me lo he inventado, pero era un porcentaje muy alto) no se consideran negros. Cuándo dices que todos los "pobres" son negros... ¿te refieres a que son "no blancos"? Es decir, Ronaldo y Roberto Carlos ¿son blancos o negros?

Me alegro de que te vayas mimetizando con el entorno brasileiro (me ha molado la palabra mimetizar)

6:45 a. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio