Olha que coisa mais linda

Olha que cosa mais linda, blog cuya URL tiene un error ortográfico provocado voluntariamente para conseguir que no estuviese cogido ya por otra persona, es la respuesta a una larga lista de peticiones para que fuese escribiendo un diario online de mis aventuras y desventuras por el año que pasaré en a cidade maravilhosa.

19 octubre 2006

Qué mareo.

Bueno, ya totalmente hecho al nuevo horario, entendiendo nuevo horario como la necesidad de haber tenido que adaptarme a cinco horas de diferencia. Horas ésas que los primeros días me hacían despertarme ya sin remedio a las cinco y media de la mañana y estar muerto a las nueve de la noche.

Llevo varios días despertándome cuando suena el odioso despertador, lo que indica que todo ha vuelto a la normalidad.

Además, este estado de normalización horaria, hace no tenga ni sueño en el momento de salir de casa y enfilar el trabajo (porque aquí en Río de Janeiro, además, también trabajo).

Pues bien, todo cambia cuando me subo al autobús (pego o ônibus). Es que los onibuseros de aquí se deben creer que la calle es una carrera diaria en la que gana el más bruto de todos. Ya ni siquiera es ir rápido, ya que lo destartalado de los autobuses no permitiría tal característica; en realidad, el que gana es el que al final del día obtiene más puntos en los siguientes eventos:

- Grado de brusquedad al torcer en las esquinas (con puntos adicionales si consigues derrapar).
- Grado de brusquedad al cambiar de carril (mejor si pasas del intermitente y aún mejor si haces frenar en seco a una pila de coches que venga detrás por el carril al que te incorporas).
- Metros que falten para cada parada o semáforo en el momento en que comienzas a frenar. Lógicamente, ésta cualidad es inversamente proporcional a los puntos que recibes: a menos metros falten, más puntos te dan.
- Luego hay otra que no sé cómo evaluar... es algo así como que si el ônibus está parado en una parada (punto de ônibus) y te dispones a arrancar y ves que a 15 metros tienes un semáforo en rojo, da igual, acelera como si se te fuera la vida en ello, nada importa que dentro de 4 segundos vayas a tener otra vez que frenar en seco para atender al semáforo.
- Más puntos cuantos más socavones consigas comerte. Si te comes dos a la vez o tres a la vez, doble y triple de puntos automáticamente.
- Por último, te dan más puntos cuanto más cerca consigas pasar de peatones, bicis, otros coches, farolas y autobuses, con puntos adicionales si te rozas con alguno de ellos.
- Los puntos se multiplican por el número de personas que en ese momento estén de pie en el autobús porque no hayan conseguido sentarse en un asiento, valiendo doble los ancianos y los niños.

El caso es que hoy me he ido a subir en el autobús del que debe ser el líder de la clasificación general. Menudo viaje nos ha dado, y es que tiene bien merecido su galardón. Quedan nueve jornadas de liga, pero creo que éste se la va a llevar de calle. El cabrón. Me parece que hoy o mañana se puede proclamar campeón matemáticamente.

Así que cuando el autobús me ha escupido en Praia de Botafogo (donde curro), mi cara tenía el mismo color que la arena blanca, y toda la vitalidad con la que salía de casa estaba dándome vueltas en el estómago. Así que, un día más, estoy hasta arriba de sueño.

Hoy vamos definitivamente a apuntarnos a la escuela de portugués. Intentaremos sacarle lo de las entradas para Interlagos ;)

Y mañana me voy a Argentina.

¡¡Cuánto ajetreo!!

Hablamos!

Cumprimentos,

PC

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

jejeje diles que aqui en Badajoz hay al menos un par de conductores de autobus haciendo oposiciones para participar en su competicion... esto debe ser como la GP2 o algo asi...

1:58 p. m.  

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